Una investigación internacional liderada por varios miembros de la Universidad de Berna (Suiza), ha descubierto que el sistema Trappist-1, que se dio a conocer en febrero del año pasado y que está compuesto por siete exoplanetas rocosos, sería un gran candidato para ser considerado un lugar habitable. Los estudios han hallado en su atmósfera grandes cantidades de agua que incluso podrían superar los niveles de agua de nuestro planeta. La masa de alguno de estos planetas podría estar compuesta por un 5% de agua volátil, 250 veces más a los océanos que forman la TIerra.
Tras los datos publicados por la revista 'Astronomy & Astrophysics' , este grupo de científicos liderado por Simon Grimm, se propuso realizar un estudio detallado de la densidad de estos planetas a través de varias herramientas informáticas complejas en las que consiguieron afirmar que Trappist-e es el planeta más similar a la tierra y el mejor candidato para albergar vida y agua en su superficie, ya sea líquida, en vapor o como una corteza de hielo.
La composición del agua dependería de varios factores, entre ellos, el principal sería la temperatura de la superficie de los distintos planetas. En los exoplanetas del interior, formados por los sistemas b y c, el estado del agua se encontraría en forma de vapor y generaría densas atmósferas. Según los expertos, el planeta b es el más cercano a la estrella por lo que su superficie tendría una temperatura alrededor de 1.700 grados centígrados que provocaría que la atmósfera de agua genere una presión comprendida entre 10 y 100 veces más fuerte que la tierra. Sin embargo el centro de las miradas se han puesto en el planeta Trappist-e por ser el más semejante a la tierra en cuanto a tamaño, masa y cantidad de radiación que le llega de su estrella. Tal y como apuntan, la cantidad de agua que contiene podrían incluso formar océanos líquidos. Por otro lado, del extraplaneta Trappist-d, se desconoce en qué estado se encuentra la cantidad de agua que alberga. Los extroplanetas restantes -f,g y h– que se encuentran más alejados de la estrella, estarían compuestos por agua congelada.
Anterior a su revelación, nuestra sociedad nunca había sido testigo de este hecho que identificaba a varios planetas, similares al nuestro, alrededor de una misma estrella.
A lo largo de los últimos años, las nuevas tecnologías han permitido que surgieran más avances en el estudio de los mundos rocosos. Ya en el 2009 se supo de la existencia del planeta GJ1214b, que por aquel entonces no se parecía a ninguno de los planetas descubiertos y que fue considerado uno de los primeros planetas acuáticos que tendría estas características. Así mismo en el planeta denominado HAT-P11b, los astrónomos identificaron vapor de agua gracias a la prueba que se realizó con los telescopios Hubble, Spitzer y Kepler.
Ana Paredes