Los resultados del estudio, que emplea inteligencia artificial y ciencia de datos, van a ser “imprescindibles” para analizar cómo se puede levantar el confinamiento y mejorar las estrategias que se tomen en futuros brotes de esta enfermedad o de otras, indica en una nota el CSIC.
En la investigación participa un equipo multidisciplinar de expertos en computación, demografía, física y estudio del movimiento, que está analizando datos masivos y de alta resolución que se obtienen de operadores de telefonía y servidores de mapas.
Estos datos explican cómo ha cambiado la movilidad y los contactos sociales desde que empezó el confinamiento, agrega el CSIC.
Con esa información el equipo simula diferentes escenarios o estrategias de distanciamiento social y de ayuda para la toma de decisiones.
“Esperamos que los resultados sirvan para comprender mejor los efectos del confinamiento sobre la dispersión de la enfermedad”, explica uno de los responsables del proyecto Frederic Bartumeus, del Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC).
Los resultados también pueden servir -agrega- para ayudar en la toma de decisiones relacionadas con la revocación de las medidas, “para saber si es mejor finalizar el confinamiento de forma progresiva o no”.
El proyecto incluye varias fases que se están realizando en paralelo, según explica el otro coordinador José Javier Ramasco, del Instituto de Física de Sistemas Complejos (IFISC).
Primero se realiza la caracterización de la movilidad a partir de la aportación de distintas plataformas de datos, con información, por ejemplo, proveniente de redes sociales “online” y patrones de movilidad capturaros por registros de telefonía móvil.
En este último caso, los datos son recogidos por las operadoras y empresas que participan en el proyecto y proveen al equipo con flujos de viajes agregados entre zonas, detalla Ramasco, quien destaca que “en ningún caso se accede a información individual”.
Todos los datos forman parte de modelos computacionales para poder estudiar los distintos escenarios de salida de la crisis. “El confinamiento ha sido generalizado y relativamente súbito, pero si se deben evitar nuevos brotes es necesario contar con simuladores capaces de evaluar escenarios con distintos ritmos de vuelta a la normalidad, tanto por sectores como por zonas geográficas”, advierte Ramasco.
Esta es una nueva forma de hacer epidemiología que combina la epidemiología computacional, la demografía digital y modelos de movilidad humana.
En el estudio se tendrán en cuenta aspectos como la distribución espacial de la población, su estructura por edad, y la distribución y características de los centros sociosanitarios para poder observar “cómo las medidas de contención han cambiado la movilidad y el comportamiento de las personas”, dice Ramasco.
Un segundo objetivo a largo plazo es “establecer el germen de una red de epidemiología computacional en España, como existe ya en otros países”, destaca el CSIC.
Así como disponer de una serie de herramientas analíticas interoperables, basadas en teoría epidemiológica, ciencia de datos, e inteligencia artificial, para informar la toma de decisiones en futuras situaciones de crisis epidemiológica.
En el proyecto participan también con equipos del Instituto de Economía, Geografía y Demografía (IEGD-CSIC), del Instituto de Física de Cantabria (IFCA-CSIC), del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), y de científicos de la Universidad Pompeu Fabra y del Centro Nacional de Epidemiología-Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).
Estrella Digital