La revisión corrobora que los beneficios superan con creces a los riesgos, respalda el uso masivo de estas vacunas y añade nuevas pruebas frente a algunos infundios sobre su seguridad que han propiciado el descenso de la vacunación en algunos países.
Sarampión, paperas, rubeola y varicela son infecciones causadas por virus más frecuentes en niños y adultos jóvenes, y pueden provocar enfermedades mortales y discapacidades.
De hecho, el sarampión sigue siendo una de las principales causas de muerte infantil en el mundo.
La vacuna triple vírica o MMR (iniciales de sarampión, paperas y rubeola, en inglés) es una vacuna combinada que protege contra las tres infecciones y la vacuna contra la varicela se puede administrar en una forma combinada contra las cuatro infecciones (MMRV) o en dos vacunas distintas una detrás de otra (MMR + V).
Pese a las pruebas científicas sobre su efectividad y seguridad, algunas personas piensan que estas vacunas pueden causar autismo, encefalitis, meningitis, dificultades de aprendizaje, diabetes de tipo 1 y otras enfermedades y fruto de estas falsas creencias el número de niños vacunados ha disminuido en algunos países.
«Queríamos evaluar la efectividad, seguridad y los daños a largo y corto plazo de las vacunas MMR desde la última actualización de esta revisión, que fue en 2012», ha explicado el autor principal de la revisión, Carlo Di Pietrantonj, de la Unidad de Epidemiología Regional de Italia (SeREMI).
«De los 138 estudios incluidos en la revisión, 51 (con 10 millones de niños) evaluaron la efectividad de las vacunas para prevenir las enfermedades y 87 estudios (con 13 millones de niños) evaluaron los daños», ha señalado Pietrantonj.
En cuanto a la efectividad para prevenir la infección, la revisión muestra que, en el caso del sarampión, es del 95%.
Con la vacunación, según la revisión de Cochrane, el número de casos de sarampión se reduciría del 7% en niños no vacunados a menos del 0,5% en los que reciben una dosis de la vacuna, y con dos dosis la efectividad sube al 96%.
En las paperas, la efectividad es del 72% con una dosis de vacuna y del 86% con dos dosis y, según los datos analizados, el número de casos se reduciría del 7,4% en niños no vacunados al 1% en los vacunados con dos dosis.
Los resultados también muestran que en la rubeola, con una dosis se consigue una prevención efectiva del 89%.
Un estudio encontró que a los 10 años la vacuna MMRV fue efectiva en un 95% para prevenir la varicela, es decir, 5 de cada 100 niños vacunados la contraerían en caso de estar expuestos.
Pietrantonj ha querido «analizar la evidencia de los daños específicos que se han relacionado con estas vacunas, objeto de debate público, a menudo sin ninguna base en evidencia científica rigurosa».
Sobre la controversia derivada de afirmaciones falsas que vinculan vacunación y autismo, la revisión resume la evidencia de dos estudios con 1.194.764 niños, que demostraron que los casos diagnosticados de autismo fueron similares en niños vacunados y no vacunados.
Otros dos estudios adicionales con 1.071.088 niños no encontraron evidencia de ninguna asociación entre vacunas MMR y encefalitis, enfermedad inflamatoria intestinal, enfermedad de Crohn, retraso cognitivo, diabetes tipo 1, asma, dermatitis o eccema, alergia estacional, leucemia, esclerosis múltiple, alteración de la marcha e infecciones bacterianas o virales.
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