Los investigadores, que han publicado su hallazgo en la revista ‘Frontiers in Endocrinology’, han explicado que el medicamento, que ya está licenciado para ser utilizado en pacientes con diabetes tipo 2, se ha seleccionado mediante el uso de inteligencia artificial entre una lista de 6.605 fármacos candidatos que ya están aprobados.
Tras probarlo en ratones, han visto que mejora la hiperglucemia y regenera células beta, aunque aún tendrá que explorarse más su uso como nueva terapia regeneradora, que deberá combinarse con una estrategia inmunomoduladora para reducir la autoinmunidad.
La investigación la ha liderado Marta Vives-Pi, del grupo de investigación de Inmunología de la Diabetes del IGTP, y el primer autor del artículo es Adrián Villalba, quien ha explicado que en las diabetes tipo 1 el sistema inmunitario destruye las células beta, productoras de insulina, que controla los niveles de azúcar en la sangre, en los islotes del páncreas.
Por eso buscan un tratamiento definitivo para la diabetes tipo 1 que no solo frene la destrucción de estas células, sino que también sustituya las células beta perdidas y restaure la secreción de insulina.
Los investigadores, en colaboración con Anaxomics Biotech SL, han identificado un fármaco candidato que ya existe en el mercado prometedor para impulsar la generación de células beta y analizar los mecanismos implicados.
La readaptación de medicamentos es una estrategia que ha tenido éxito en otras patologías como el cáncer o el Alzheimer, donde se ha demostrado que medicamentos ya licenciados con otros propósitos para su uso en pacientes también son eficaces.
De los 6.605 fármacos posibles, un sistema de inteligencia artificial ha identificado ‘Liraglutide’, un medicamento similar a otro que se usa para pacientes con diabetes tipo 2, como el mejor candidato para promover la regeneración de las células beta y lo han probado con éxito en ratones con diabetes tipo 1.
«El Liraglutide podría ser un candidato para restablecer la masa de células beta en terapias combinadas, junto con una estrategia moduladora para frenar la autoinmunidad», ha señalado Vives-Pi, que ha puntualizado que tienen que continuar con el estudio y «llevar a cabo muchas más pruebas, y encontrar exactamente cuál es el mecanismo de acción de este fármaco».
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