El trabajo, publicado en las revistas Algal Research y Carbohydrate Polymers, ha sido coordinado por un equipo de investigadoras del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA), centro de investigación del CSIC: Amparo López Rubio (IATA, CSIC) y Marta Martínez Sanz (CIAL, CSIC – Universidad Autónoma de Madrid).
Los oleogeles son materiales que contienen un aceite vegetal líquido, en cuyo proceso de formación se han empleado agentes gelificantes capaces de proveerles de estructura.
En el caso del estudio realizado por el IATA, los agentes utilizados son carbohidratos comestibles (agares y carragenatos, procedentes de algas rojas), que han posibilitado atrapar el aceite y obtener un comportamiento similar al de una grasa sólida, pero utilizando procesos que no dañan las propiedades del aceite.
Como explica Cynthia Fontes Candia, estudiante predoctoral en el IATA, una de las principales ventajas de esta patente es su aplicación en la industria alimentaria, ya que puede funcionar como sustituto de grasas sólidas en diferentes productos, como son algunos tipos de panes y embutidos.
«Este punto resulta muy interesante, dado que al no usar grasas saturadas el resultado es muy beneficioso para la salud de los consumidores, ya que la ingesta de estas grasas saturadas está asociada a diferentes problemas y enfermedades cardiovasculares», precisa.
Según indica Fontes, el equipo de investigación que ha desarrollado esta patente realizó diversos experimentos donde incorporaron oleogeles como grasa en la elaboración de embutidos, y durante el estudio se llevó a cabo una cata con 100 consumidores y se obtuvo «una aceptación muy buena del producto».
Además, los oleogeles pueden servir «como vehículos de liberación controlada, incorporando compuestos beneficiosos para la salud y proporcionándole, de esta manera, un mayor valor añadido», según fuentes del CSIC.
Sería el caso, por ejemplo, de la curcumina, un colorante natural antioxidante procedente de la cúrcuma, que tiene problemas de biodisponibilidad y de estabilidad y en la que la incorporación en el oleogel consigue, por un lado, solubilizar este compuesto y, por otro, proporcionarle los beneficios del mismo relacionados con su actividad como antiinflamatorio o antioxidante.
Asimismo, se ha explorado este producto para aplicaciones biomédicas con el propósito de utilizarlo en la simulación de tejido graso para el desarrollo de sistemas de imagen para detección de cáncer, pues un beneficio de este proceso es que las propiedades dieléctricas de los materiales se pueden ajustar para esta finalidad.
Además, la técnica es sencilla y barata, lo cual hace a la patente «tremendamente competitiva en el mercado respecto a otros productos», han señalado las mismas fuentes. EFE
Estrella Digital