«Si no somos capaces de conservar Doñana a pesar de su importancia y sus figuras de protección, ¿cómo podemos esperar conservar ningún otro humedal del planeta?» cuestiona Juan G. Navedo, investigador de la Universidad de Extremadura y primer autor del artículo junto con otros colegas del Netherland Institut of Sea Research, la Universidad de Groningen (Países Bajos) y la propia Estación Biológica de Doñana-CSIC, según el comunicado facilitado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
A pesar de que los humedales como el de Doñana «realizan una función clave para la regulación climática», entre 1970 y 2015 «desaparecieron más de un tercio» de los existentes en el planeta y la tasa de pérdida «incluso se ha acelerado desde el año 2000» debido a causas como la urbanización, la extracción de agua, la contaminación, la interrupción del flujo fluvial por presas, la colmatación por sedimentos debido a la deforestación y la erosión de suelos.
En el caso de Doñana, el texto alerta de actividades humanas y decisiones políticas «ambientalmente cuestionables» como «la explotación desmesurada de las aguas subterráneas» que ha afectado a las lagunas temporales hasta hacer desaparecer muchas de ellas, además de provocar que «las pocas lagunas permanentes son cada vez menos estables», según precisa el investigador de la Estación Biológica de Doñana Jordi Figuerola.
La misiva recuerda que, si bien el aumento de las temperaturas y la escasez de lluvias empeoran la tendencia, el Comité del Patrimonio de la Humanidad determinó que son las extracciones de agua subterránea, usada para la agricultura intensiva en invernaderos, «la principal causa de la disminución del acuífero, agravada por la alteración de los cauces que aportan agua a Doñana».
También se refiere a la condena del Tribunal de Justicia Europeo contra España por incumplimiento de las administraciones públicas en su obligación de proteger este espacio natural y, «a pesar de esta dura sentencia, el gobierno andaluz aprobó recientemente una propuesta de ley para indultar y legalizar los pozos ilegales situados dentro de las zonas de regadíos cercanas a Doñana».
Esta legalización «puede representar la sentencia de muerte» para este espacio natural y además «amenaza el prestigio de los agricultores que sí cumplen con la ley y respetan el medio ambiente», por lo que los firmantes del texto reclaman al ejecutivo autonómico que se asegure de que «sólo los agricultores que estén actuando dentro del marco legal puedan acceder al agua de riego».
Además solicitan a la comunidad internacional que apoye una agricultura sostenible que «no amenace Doñana ni otras áreas protegidas» y, a la UNESCO, que añada con urgencia a este parque nacional a la Lista del Patrimonio de la Humanidad en peligro para forzar un programa de medidas urgentes de conservación. EFE
A.M.