La industria de la automoción está ante el mejor proyecto de su historia de la mano de la innovación y el perfeccionamiento. El gran reto al que se enfrenta es el de desarrollar un vehículo eléctrico y autónomo caracterizado por no enviar ningún tipo de emisiones y no tener ni un solo defecto, basado únicamente en la inteligencia artificial.
La empresa de automóviles japonesa Nissan ya se ha puesto manos a la obra en el proyecto, y lo hace junto a la agencia espacial por excelencia, la NASA, y también junto a Microsoft. Contar con los conocimientos de los expertos y tecnologías de estos titanes mundiales es esencial para ofrecer todo el control y seguridad que debe englobar un proyecto de estas dimensiones. El desarrollo tecnológico debe cimentarse en un magnífico motor eléctrico, una adecuada conectividad y, por supuesto, en las baterías.
El punto de mayor atracción de este proyecto es el de hacer que todos los elementos tecnológicos del vehículo autónomo sean capaces de asimilar las normas de seguridad vial, como por ejemplo entender cuando un peatón tiene preferencia al pasar por un paso de cebra, qué hacer en el momento en el que se cruza un ciclista, reconocer a la perfección las señales de tráfico en un cruce, etcétera.
Según Kazuhiro Doi, vicepresidente global de Investigación de la alianza Reanult-Nissan, ''ambas empresas están haciendo grandes esfuerzos con el objetivo de ofrecer un automóvil que tenga estas características y ponerlo a la venta a partir del año 2020''. A día de hoy se han fabricado coches de prueba, a los que se les irá adaptando grandes innovaciones para cumplir con los objetivos previstos antes de comenzar a llevar a cabo el proyecto.
Otro desafío: la aceptación por parte de la sociedad
La existencia de estos automóviles podría traducirse en una extraña relación con las personas, que pueden ver con buenos ojos esta auténtica revolución o tener un gran sentimiento de rechazo por reemplazar la conducción tradicional.
Según Melissa Cefkin, perteneciente al Centro de Investigación de Nissan en Silicon Valley, ''un vehículo autónomo deberá estar en armonía con la sociedad. Es por ello que las personas deben adaptarse a estos grandes avances y tener una idea positiva sobre estos magníficos desarrollos e innovaciones que, sin duda alguna, ofrecerán una gran cantidad de comodidades y ventajas para la sociedad''.
El objetivo principal del proyecto es el de conseguir la aceptación por parte de la sociedad y, con ello, una gran convivencia entre estas espectaculares máquinas y las personas. La confianza y la seguridad son dos pilares esenciales para que se cumpla este objetivo prometedor e ilusionante para la industria del automóvil, que continuamente hace grandes esfuerzos por diseñar y desarrollar nuevas tecnologías con la finalidad de seguir avanzando y no perder la esencia del perfeccionamiento.