Basquevolt, la iniciativa vasca de baterías de estado sólido, comenzará la producción de celdas de batería en el año 2027 con el objetivo de alcanzar 10GWh de capacidad, después de haberse firmado hoy su creación. Este es uno de los principales objetivos que se recogen en el acta de constitución de Basquevolt, que incluye como accionistas fundacionales al Gobierno Vasco, a través del fondo de capital riesgo Ezten, Iberdrola, CIE Automotive, Enagás, EIT InnoEnergy y CIC energiGUNE.
Tras dos años de intenso trabajo y máxima discreción, Basquevolt ya es una realidad que va a convertir a Euskadi en referente a nivel europeo en el desarrollo de baterías de estado sólido.
La experiencia de las compañías que conforman el grupo inicial de inversores permite asegurar que Basquevolt esté en una posición competitiva muy importante tanto en la carrera de las baterías, donde se abren además importantes posibilidades de colaboración, como en la industria del almacenamiento, que es clave para poder avanzar en la transición energética.
Basquevolt inicia su andadura de poner en marcha una primera línea de producción dentro de 4 años, sustentada en una inversión de más de 700 millones de euros, y que será capaz de generar más de 800 empleos directos.
La primera fase de Basquevolt tendrá su sede en el Parque Tecnológico de Álava, en el Edificio Marie Curie (Albert Einstein, 35), situado a escasos metros de CIC energiGUNE. El centro, que ofrecerá a Basquevolt su soporte tecnológico, basado en más de 10 años de trabajo de investigación en el ámbito de las baterías de estado sólido, cuenta con un equipo de investigadores liderados por Michel Armand -“padre” del electrolito sólido polimérico-. En este sentido, la tecnología de Basquevolt se fundamenta en el uso de un electrolito compuesto patentado por el centro vasco.
Los promotores de Basquevolt son conscientes de que las baterías de litio con electrolito líquido están alcanzando su estado de madurez y de que el próximo avance tecnológico para liberar realmente el verdadero potencial del almacenamiento de energía debe proceder del estado sólido. Los objetivos iniciales de la empresa son el desarrollo de celdas prototipo y una línea piloto de producción en marcha en 2025, con la ambición de comenzar la producción en 2027.
La tecnología de baterías de estado sólido es la única que alcanza los requisitos más exigentes del sector de la automoción en términos de rendimiento, por lo que se está convirtiendo en el foco estratégico de la industria automovilística. La ventaja de las baterías en estado sólido frente a líquidas está en que permiten una mejor eficiencia, más duración y menos desgaste en la recarga. Gracias a su base tecnológica, Basquevolt aspira a convertirse en el líder europeo en baterías de estado sólido.
De manera específica, Basquevolt tiene como objetivo el desarrollo -de forma sostenible- de los mejores materiales y celdas para baterías que hagan posible la implantación masiva del transporte eléctrico, el almacenamiento de energía estacionario -incluida la hibridación con sistemas de Hidrógeno–gas- y los dispositivos portátiles avanzados.
15 años innovando con ‘start ups’
Esta inversión Iberdrola la realiza a través de su programa internacional de start-ups PERSEO. Desde su creación en 2008, PERSEO ha invertido más de 100 millones de euros en start-ups que desarrollan tecnologías y modelos de negocio innovadores, poniendo el foco en aquellos que permitan mejorar la sostenibilidad del sector energético mediante una mayor electrificación y descarbonización de la economía.
El programa ha orientado sus actuaciones al análisis de oportunidades de negocio y a la colaboración tecnológica con start-ups y compañías emergentes en el mundo, analizando 300 empresas cada año y creando un ecosistema de casi 7.000 compañías emprendedoras. En la actualidad, este instrumento inversor mantiene una cartera de ocho empresas.
A través de PERSEO, Iberdrola realiza más de 25 pruebas reales al año de tecnologías, que sirven como primer paso para establecer una relación comercial o de partnership con las start-ups. Además, en los dos últimos años el grupo ha lanzado un total de catorce challenges o retos en los que han participado 700 start-ups.
Más allá de la aportación financiera, el apoyo de PERSEO a estas compañías ha sido clave en la definición de su producto y de su negocio, al ofrecerles su conocimiento y acceso al mercado de Iberdrola. Por otro lado, el trabajo desarrollado con las start-ups ha servido a nuestra compañía como antena tecnológica para conocer hacia dónde se dirige nuestro sector.