Así lo explica en un comunicado la Sociedad Española de Hospitalización a Domicilio, en el que detalla los criterios orientativos que debe contemplar el personal sanitario para derivar a estos pacientes a sus hogares, a hoteles o a residencias habilitadas para ello, con el fin de aligerar la presión en los hospitales.
La sociedad recuerda que, por regla general, para que un paciente con cualquier enfermedad pueda recibir atención hospitalaria a domicilio debe de cumplir tres requisitos, entre los que figura el que el procesos asistencial se pueda cumplir con todas las garantías sanitarias.
Además, es necesario que el paciente y sus potenciales cuidadores acepten voluntariamente esta atención y que se identifique a una persona (familiar o contratada) como cuidadora principal y apoye al personal sanitario.
En el caso de un enfermo con Covid-19, a estos tres requisitos Sanidad ha añadido que la vivienda donde se realice la atención domiciliaria disponga de una estancia bien ventilada y destinada de forma específica al aislamiento del caso, así como que exista la posibilidad de designar un baño para uso exclusivo del paciente o, en su defecto, que se limpie con lejía doméstica tras su uso.
Además, ha de contar con un teléfono que garantice la comunicación permanente con el personal sanitario hasta la resolución de los síntomas.
En la vivienda no deben convivir personas en condiciones de salud vulnerables, como son pacientes de enfermedades crónicas, inmunodeprimidos, embarazadas, personas de avanzada edad o con deterioro funcional.
Según la Sociedad, Sanidad también contempla que si las viviendas de los enfermos con coronavirus no reúnen estas condiciones, estos podrán ser atendidos por las unidades de Hospitalización a Domicilio en lugares específicamente habilitados para ello por las administraciones sanitarias, como son los hoteles o residencias.
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