El cuadro clínico de la COVID-19 es fundamentalmente respiratorio, pero en muchos casos, precisa el presidente de la SEN, José Miguel Láinez, aparecen otros síntomas neurológicos y, además, se están describiendo múltiples perfiles clínicos con afectación del sistema nervioso central, si bien su alcance está aún por determinar.
Por ser una enfermedad nueva, la SEN ha puesto en marcha entre las distintas iniciativas para tratar de conocer mejor esta enfermedad un registro de manifestaciones y complicaciones neurológicas en pacientes con la infección, según informa en un comunicado.
Con los datos obtenidos en el registro y con la revisión de la evidencia científica existente hasta ahora, entre otras cosas, la SEN ha elaborado el «Manual COVID-19 para el neurólogo general», con el fin de ayudar a identificar síntomas o manifestaciones de índole neurológica en pacientes positivos.
La SEN considera que este documento es «pionero en el ámbito internacional» por lo que puede ser de utilidad para los profesionales de todos los países afectados por esta pandemia.
Entre otros temas, el manual recoge las manifestaciones neurológicas de los pacientes, las interacciones e incompatibilidades de los fármacos habitualmente utilizados en neurología con los que se emplean frente al coronavirus.
Según los datos obtenidos en el Registro COVID-19 de la SEN, aún en elaboración, las manifestaciones neurológicas más frecuentes recogidas hasta la fecha son síndrome confusional o encefalopatía leve-moderada (28,3 %), ictus (22,8 %), anosmia/hiposmia (19,6 %) y cefaleas (14,1 %), porcentajes que se refieren al total de los más de cien casos registrados.
Las dos manifestaciones neurológicas más frecuentes descritas en las series internacionales son el dolor muscular y la cefalea.
Los neurólogos españoles también han atendido casos de encefalopatía grave o coma, crisis epilépticas, encefalitis, parálisis facial y parálisis de nervios oculomotores.
En este sentido, el secretario de la junta directiva de la SEN, David Ezpeleta, afirma que «la coexistencia de un proceso neurológico y la COVID-19 no implica necesariamente causalidad».
«Aunque las principales manifestaciones de esta pandemia son respiratorias, sobre todo tos seca y dificultad para respirar, es posible que otros aspectos menos llamativos hayan sido pasados por alto en las descripciones iniciales», afirma Ezpeleta.
La SEN manda un mensaje de tranquilidad a los pacientes porque con excepción de las enfermedades vasculares, las neurológicas no suponen un mayor riesgo ‘per se’ para desarrollar formas graves de COVID-19.
Así las cosas, insta a los pacientes a que no abandonen sus tratamientos y, si tienen alguna duda, consulten con su neurólogo.
Estrella Digital