Coordinado por la Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Ramón y Cajal, este proyecto investigará, entre otros, las reacciones inmunes más beneficiosas frente al SARS-CoV-2 para tratar de desentrañar los mecanismos biológicos asociados a un mejor pronóstico en el desarrollo de la enfermedad de la COVID-19.
Para ello, se estudiarán pacientes de todas las edades, incluidos niños, con el objetivo de comprender mejor la variabilidad y la gravedad de la COVID-19 según diferentes factores de riesgo.
Y es que, es «llamativo» que en personas el curso de la enfermedad sea grave e incluso mortal, en otras el cuadro sea leve y en algunas esta sea asintomática, explica en declaraciones a EFE-Televisión Sergio Serrano Villar, del servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid.
Para tratar de entender estas diferencias entre pacientes, los investigadores estudiarán subgrupos extremos de personas con la COVID-19: Muy graves, hospitalizados con un cuadro leve, niños, ancianos o personas muy expuestas, como el personal sanitario.
El objetivo, identificar marcadores de gravedad clínica o todo lo contrario, de poca vulnerabilidad al coronavirus, o dianas terapéuticas, que servirían de mecanismos para incidir desde el punto de vista terapéutico «y conseguir lo que queremos: que las personas enfermen lo menos posible», subraya este investigador.
El proyecto Protective ha recibido una financiación desde el fondo COVID-19 del Instituto de Salud Carlos III de unos 190.000 euros y sus responsables se han presentado a otras convocatorias.
Además del Ramón y Cajal, participan en este estudio el Hospital La Paz (entre otros el servicio de pediatría para las muestras de niños) o el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
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