El líder del PP, Pablo Casado, ha anunciado estas iniciativas en su intervención ante el comité de seguimiento de la COVID-19 de su partido, en la que ha defendido la reforma urgente de la Ley Orgánica de Medidas Especiales en Materia de Salud Pública para que puedan estar en vigor en agosto.
Tras denunciar que el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, «vuelve a ir por detrás de los acontecimientos, como en el mes de marzo», ha insistido en la urgencia de poner en marcha un plan B con el que el PP quiere ser «útil» y tender la mano al PSOE para acordar medidas urgentes.
«Una vez más, nos anticipamos al Gobierno», ha dicho Casado, quien ha opinado que «hay un punto intermedio entre el estado alarma y lavarse las manos».
Ha asegurado que se trata de una propuesta completamente «garantista», que, entre otras cosas, defiende que, si se decide la privación total de un derecho, como la reclusión o el internamiento hospitalario forzoso, siga necesitando autorización judicial, mientras que la limitación de esos derechos sería posible por parte de la autoridad competente.
El texto que proponen los populares habla del sometimiento obligado a observación de salud pública para las personas sospechosas de haberse contagiado; el sometimiento a cuarentena, a aislamiento o a tratamiento cuando proceda y la localización de los contactos de los sospechosos de contagio o confirmados.
También recoge que se pueda controlar o limitar las entradas y salidas de la zona afectada o amenazada, así como los movimientos en su interior, y la posibilidad de condicionar el derecho de reunión.
Casado ha incidido en que el PP «no está siendo incoherente al pedir un mando único» cuando rechazó las últimas prórrogas del estado de alarma, al subrayar que la actual legislación habilita medios para limitar la movilidad.
Ante la propagación de los rebrotes, Casado ha criticado el «exceso de triunfalismo» del Gobierno tras recordar que Sánchez dio por derrotado el virus el pasado día 4, lo que, en su opinión, ha llevado a algunos colectivos, sobre todo el de los jóvenes, a relajarse.
El dirigente popular ha enfatizado que los españoles tienen derecho a «dormir tranquilos, a irse de vacaciones o juntarse con sus familias», porque «demasiado han sufrido como para tener que enfrentarse a una oleada de rebrotes».
«Pido más humildad, menos autobombo, menos pasillos de aplausos, menos propaganda y menos decir que el Gobierno lo ha hecho todo bien», ha exigido Casado, quien ha rematado que «45.000 muertos no es hacerlo todo bien».
Por ello, le ha reclamado «humildad para apoyarse en quien sabe», al recordar que el PP gestionó dos epidemias cuando gobernó.
«Sabemos de lo que hablamos. Queremos ser útiles, pero que la utilidad no sea callarnos ante lo que hacen mal», ha añadido.
En materia de turismo, el PP propone que el Gobierno pague la prueba PCR a los turistas extranjeros que vengan a España e, incluso, a su salida, al considerar que ya tienen un precio «asumible».
Ha reclamado también medidas fiscales, como la reducción del tipo del IVA para que sea superreducido (4 por ciento) de manera temporal; bajada de las tasas aeroportuarias del 25 por ciento en 2020 y 2021 y suprimir las tasas que graven las pernoctaciones.
Asimismo, ha pedido prorrogar los ERTE de las empresas turísticas hasta final de año o, incluso, hasta el primer semestre del próximo, y que el 30 por ciento de los 140.000 millones del plan de reconstrucción europeo que va a recibir España vayan a proyectos para reflotar el turismo.
Casado ha anunciado un tercer bloque de medidas relativas al ámbito de la salud, entre ellas, sellar un acuerdo de Estado, llamado Plan Cajal sobre atención sanitaria, investigación y asistencia a mayores, al estilo del Pacto de Toledo sobre las pensiones.
Ha planteado otras reformas legales para que los sanitarios tengan garantizados equipos de protección y se habilite una reserva estratégica de recursos.
«No queremos volver a los aplausos en los balcones sólo para acordarnos de los contagiados y las víctimas entre los médicos, sino por la labor que hagan», ha sostenido.
Otra de las propuestas es que haya estadísticas precisas sobre fallecidos y que se tenga «muy sistematizado» de qué muere cada persona.
Revisar los planes de vacunación, en especial, el de la gripe; dar carácter vinculante a las alertas de la Organización Mundial de la Salud; reforzar la atención primaria y garantizar la asistencia sanitaria en residencias de mayores son otras de las propuestas del bloque relativo a la salud.
El líder del PP ha denunciado que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, está «desaparecido» y «no está dando instrucciones claras precisas» dentro de su función de «coordinación» dentro de la legislación en vigor.
Tampoco ve «clara» la labor de la responsable de Turismo, Reyes Maroto, ante casos «de máxima gravedad», como la cuarentena a la que el Reino Unido obligará al regreso de los ciudadanos que viajen a España.
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