Todo ese conocimiento se ha volcado ahora sobre eI Congreso Nacional Covid-19, que comenzó ayer de forma virtual y se prolonga hasta el próximo sábado, donde miles de profesionales sanitarios españoles van a informar y conocer cómo han funcionado en la práctica clínica las diferentes estrategias que se han diseñado para tratar de manejar la crisis sanitaria.
El Congreso reúne de forma virtual a unos 20.000 profesionales sanitarios que van a exponer y a conocer muchos de esos trabajos y las evidencias científicas que se han acumulado en cada una de las especialidades, desde la atención primaria hasta las urgencias.
Los profesionales de la sanidad van a contrastar en el I Congreso Covid-19 cómo ha evolucionado el uso de muchos de los fármacos que se reposicionaron para tratar de atajar esta pandemia -entre ellos varios antivirales muy conocidos y utilizados-, el estado actual de la investigación de las vacunas, o los aspectos más complejos de la co-infección o la reinfección.
Medio centenar de sociedades médicas han convocado a sus socios para conocer en el marco de este Congreso virtual cuáles son los principales retos de la salud pública, la importancia de la investigación y la transferencia ágil de los conocimientos.
La investigación médica se ha centrado durante los últimos meses (además de en la búsqueda de fármacos eficaces y vacunas) en el diagnóstico molecular, en las limitaciones de las técnicas serológicas para manejar la Covid-19 o en la importancia de contar con anticuerpos capaces de neutralizar al virus.
El congreso va a poner el acento en la importancia de la investigación clínica y en los servicios de urgencias ante el reto que supone generar evidencias científicas que permitan afrontar con eficacia este tipo de pandemias, y en las estrategias de seguimiento y manejo de los casos confirmados y de las personas que han estado en contacto.
La investigación realizada durante los últimos meses ha determinado ya cuáles son las principales complicaciones tras la Covid-19 en los casos más graves, y las autoridades sanitarias y los profesionales tratan ahora de fijar los criterios sobre cómo se deben atender desde los servicios de atención primaria para no saturar los hospitales.
Sobre la mesa del Congreso se han puesto también los estudios que se han realizado sobre la eficacia de las terapias antiinflamatorias o de las terapias celulares, los riesgos cardiovasculares asociados a la enfermedad, o las certezas científicas que se han acumulado sobre la «tormenta de citoquinas» que presentan algunos de los pacientes más graves.
Estrella Digital