Esta fundación ha publicado este martes un blog, «Hablemos sobre el Alzheimer», para salir al paso de algunas creencias erróneas sobre la enfermedad de Alzheimer que se han extendido entre muchas de las personas, una de cada dos, que tienen una relación directa o indirecta con esta patología.
«Es importante estar bien informados y corregir algunas creencias erróneas sobre el alzhéimer. Este blog pretende ser una fuente de referencia para afectados, familiares, cuidadores y para todas aquellas personas que buscan información rigurosa y contrastada para resolver sus dudas sobre esta enfermedad», ha dicho la neuropsicóloga de la fundación Nina Gramunt.
La Fundación Pasqual Maragall ha recopilado los diez los mitos más habituales sobre el alzhéimer y explica, por ejemplo, que la enfermedad no es sólo un problema de memoria, ya que éste es uno de los síntomas más característicos de la enfermedad, pero existen otros síntomas, tanto cognitivos, como de alteraciones del lenguaje y relacionados con cambios de conducta.
Los expertos también desmitifican las pérdidas de memoria derivadas del envejecimiento con el alzhéimer, «que es una enfermedad, no una consecuencia inevitable de envejecer».
Tampoco es exacto decir que demencia y alzhéimer es lo mismo ya que la demencia es la manifestación de unos síntomas caracterizados por una alteración de las capacidades cognitivas que interfieren en la vida diaria de quien las padece y la enfermedad de Alzheimer es una de las causas de demencia más frecuentes.
Los especialistas aclaran también que no existe ninguna prueba que diagnostique con total seguridad si alguien padece alzhéimer. El diagnóstico sigue siendo clínico, lo que significa que se requieren varias pruebas para evaluar el alcance del deterioro cognitivo y descartar otras posibles causas o enfermedades.
«Si uno de mis padres ha tenido alzhéimer, yo también tendré» es igualmente una afirmación errónea, porque, en la mayoría de casos, el Alzheimer no es una enfermedad hereditaria.
«La genética puede influir y actuar como un factor de riesgo, pero no resulta determinante para desarrollarla», según Gramunt.
La creencia de que hay medicamentos que frenan el avance de la enfermedad de Alzheimer es igualmente falsa ya que, aunque hay fármacos que ayudan a paliar algunos síntomas de manera temporal, no existe ningún medicamento que cure, detenga o frene el avance de la enfermedad.
Redacción