La jefa de la Unidad de Tumores Torácicos del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, Pilar Garrido, ha comentado estos dos estudios a los que se ha referido como «dos buenas noticias», pues aunque no curan este tipo de cáncer van «aumentando el arsenal terapéutico y logrando ofrecer más tiempo y calidad de vida».
El primer estudio, llamado FLAURA, muestra que el empleo de un medicamento oral de nueva generación, el osimertinib, no solo retrasa la progresión de la enfermedad sino que mejora la supervivencia sin incrementar la toxicidad.
Este estudio va dirigido a los pacientes de CPNM avanzado con mutación de EGFR (siglas en inglés del receptor del factor de crecimiento epidérmico), que representan un 10-15 % de los afectados por tumores pulmonares.
El otro estudio, CHECKMATE 227, abre nuevas posibilidades, más allá de la quimioterapia, para tratar a los pacientes en los que no se han identificado dianas que permitan aplicar tratamientos dirigidos.
Garrido ha celebrado los nuevos descubrimientos «que se suman a los existentes y a los que vendrán» y a la vez ha subrayado la importancia de no fumar o dejar de fumar para reducir el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón así como las políticas públicas antitabaco.
El cáncer de pulmón es uno de los más frecuentes en España -se diagnostican unos 29.000 casos al año-, es la primera causa de muerte por cáncer y tiene una mortalidad muy alta, debido a los diagnósticos tardíos.
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