Los trastornos mentales como la depresión afectan a 1 de cada 4 españoles. Son enfermedades graves que requieren control constante de los profesionales sanitarios, pero están muy infravaloradas por la sociedad. El Bisturí ha hablado con Ivan Eguzquiza, vocal del colegio oficial de psicólogos de Castilla-La Mancha y con Jose Ramón Pages Lluyot, coordinador de la Fundación ANAED (Asistencia Nacional para la Ayuda al Enfermo de Depresión), para conocer desde le punto profesional y de los pacientes cómo se vive esta enfermedad
Las causas de este trastorno son múltiples. Puede darse por factores médicos o neurológicos, crisis vitales, dificultades de adaptación a los cambios en edades críticas (los adolescentes, por ejemplo) o por mecanismos de afrontamiento que determinadas personas no han aprendido en la infancia.
Actualmente, cada vez son más los adolescentes que sufren depresión. “Esto es algo especialmente preocupante porque tienen que enfrentarse a una situación de vida que incluye situaciones especiales para ellos donde experimentan muchos sentimientos de estrés o cambios en su cuerpo”, indica. Es una edad en la que también la presión social y la necesidad de ser aceptados juegan un papel importante.Hay personas que son más vulnerables a padecer depresión por su forma de afrontar los problemas o por su sistema de valores y creencias, pero todos podemos padecerla. Alrededor de un 15 por ciento de la población sufrirá una depresión a lo largo de su vida, según este experto.
Otro sector de la población especialmente afectado por la depresión es la tercera edad. La soledad y los dolores crónicos son los dos principales indicadores de suicidio en la vejez.
En el peor de los casos la depresión desemboca en suicidio. Esta es la segunda causa de muerte de jóvenes en el mundo y la primera en España por factores externos.
Es imprescindible que las personas que están pensando en quitarse la vida o están pasando por momentos difíciles sepan que tienen recursos, que no van a ser juzgadas y que tienen a expertos a su disposición para ayudarlos.
La toma de antidepresivos ha aumentado un 15 % desde 2012, situando a España como la décima potencia en el mundo por delante de Noruega o Alemania.
En muchas ocasiones ante un problema recurrimos a algo rápido, químico y fácil como un medicamento. Esto provoca que no seamos capaces de adquirir herramientas propias para hacer frente a los contratiempos, aguantar épocas de estrés o aprender de las dificultades.
Tenemos que plantearnos si antes de recurrir a cualquier elemento químico tenemos que aprender a trabajar mejor nuestros propios recursos.
La OMS advierte que la depresión puede convertirse en un problema de salud serio teniendo en cuenta que estamos hablando ya de depresión de larga duración.
Las consecuencias son muchas. Una persona con este trastorno está incapacitado para tener una vida autónoma, tener un trabajo y llevar una vida personal y profesional apropiada.
Frente a la depresión, la información y la concienciación son dos armas fundamentales para no juzgar erróneamente a los que padecen esta patología.
Existe un descontento generalizado entre los pacientes de depresión por la escasez de psicólogos en la sanidad pública lo que impide un seguimiento completo de la enfermedad.
La información es la mejor arma de lucha contra la falta de conocimiento. La Fundación utiliza su página web como una plataforma en la que los enfermos pueden disponer de todos los recursos posibles (expertos o voces cercanas a la enfermedad) para enfrentar la patología. Es importante que la depresión se conozca.
Las muertes por suicidios casi triplican las muertes de tráfico y es en este momento la primera causa de discapacidad en la mujer y en 2030 (según la OMS) será la primera causa en jóvenes y adultos.
Estrella Digital