«Nuestras investigaciones anteriores nos permitieron saber que Fusobacterium era una bacteria intestinal patógena importante e integrante de la microbiota asociada con el cáncer colorrectal, pero no teníamos datos sobre su papel en el cáncer rectal avanzado, y ahora hemos investigado su asociación con la respuesta al tratamiento y la supervivencia», ha indicado Nuciforo.
El resultado de la investigación ha permitido comprobar cómo la persistencia de Fusobacterium nucleatum tras un tratamiento con quimio-radioterapia neoadyuvante (nCRT) se asociaba con altas tasas de recaídas en cáncer rectal localmente avanzado.
For the first time, researchers have identified a prognostic marker of #RectalCancer based on the gut #microbiome.
The study, led by #VHIO and senior-authored by @PaoloNuciforo, was published in @Annals_Oncology.
Read more https://t.co/twE6l17v7T pic.twitter.com/1RFj8OJ2Sq
— Vall d’Hebron Institute of Oncology (VHIO) (@VHIO) June 23, 2020
Con anterioridad, un estudio publicado en noviembre de 2017 por la revista Science en el que participó también el VHIO y liderado desde el Dana-Farber Cancer Institute, demostraba la persistencia del Fusobacterium en las metástasis hepáticas de pacientes con tumores colorrectales y la respuesta tras tratamiento con antibióticos.
Ahora, el nuevo trabajo dirigido por el doctor Nuciforo se ha centrado en estudiar el papel de esta misma bacteria en cáncer rectal localmente avanzado, y el estudio se ha publicado el pasado sábado 20 de junio en la revista Annals of Oncology.
Para llevar a cabo este estudio se analizó un total de 254 muestras de 143 pacientes con adenocarcinomas rectales.
En este análisis se determinó la presencia y abundancia de Fusobacterium nucleatum utilizando para ello hibridación de ARN in situ y análisis de imagen digital, y se comprobó la presencia de la bacteria en las muestras antes y después de los tratamientos de nCRT.
El primer resultado que se obtuvo de este análisis fue que la presencia de Fusobacterium nucleatum en los tumores de pacientes no tratados no tenía ningún valor pronóstico y que, en aquellos que recibían un tratamiento preoperatorio, no podía utilizarse como un marcador predictivo para saber qué pacientes iban a tener una respuesta patológica completa y cuáles no.
«En cambio lo que vimos fue que, aunque la presencia de Fusobacterium nucleatum no predice la respuesta, sí que nos puede servir para saber en cuáles de aquellos pacientes en que no hubo respuesta completa al tratamiento había más riesgo de recaída o metástasis», ha indicado Paolo Nuciforo.
Esto ha servido para introducir un nuevo concepto, el microbiotipo tumoral, han precisado las mismas fuentes.
De esta forma, el equipo del doctor Nuciforo dividió los cánceres de recto en dos microbiotipos: positivo o negativo a Fusobacterium.
«Los pacientes con tumores residuales a la cirugía negativos tenían un buen comportamiento. En cambio, si eran positivos, el riesgo de recaída en dos o tres años era 7 veces más alto que en los negativos, por lo que estos pacientes tenían un peor pronóstico», ha explicado.
«En base a esto, en la práctica clínica se pueden tomar decisiones que ayuden a manejar este riesgo», ha considerado.
Los investigadores también han visto que cuando persiste la bacteria Fusobacterium nucleatum después del tratamiento se crea un microambiente inmunosupresor que evita que las células del sistema inmune puedan atacar al tumor con eficacia.
Nuciforo ha precisado que cuando no se detectaba la presencia de esta bacteria, se producía un fuerte aumento de las células T CD8 + y una mayor respuesta inflamatoria.
Este descubrimiento abre la puerta a nuevas vías de investigación en las cuales Fusobacterium nucleatum sea una diana y ayude a mejorar la respuesta de los pacientes.
«Eliminando esta bacteria creemos que es posible generar un microambiente antitumoral y puede ser por tanto una interesante vía futura de investigación para nuevos tratamientos que ayuden a reducir el riesgo de escape del sistema inmune», ha afirmado.
Estrella Digital