lunes, noviembre 4, 2024
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La UCM avanza en el diagnóstico precoz del alzhéimer a través de la retina

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Al analizar por primera vez, capa por capa, la retina de familiares de pacientes con alzhéimer que no presentaban pérdidas de memoria pero sí alto riesgo genético, investigadores de la Universidad Complutense han hallado cambios de grosor en la zona central, en la mácula.

La investigación, publicada en ‘Journal of Clinical Medicine’, supone «un gran avance en uno de los mayores retos de las enfermedades neurodegenerativas: el diagnóstico precoz», explica la universidad en una nota informativa.

“Este estudio confirma que los primeros cambios en la retina, que es una proyección del cerebro, se producen muy pronto en esta patología, siendo la zona macular la más afectada, que además es una región especializada en la visión del detalle y del color”, destaca José M. Ramírez, catedrático de Oftalmología de la UCM y director del Instituto de Investigaciones Oftalmológicas Ramón Castroviejo (IIORC).

Para ello, “se realizó una cuidada selección de pacientes, buscando que no presentaran ninguna enfermedad o alteración ocular que pudiera haber enmascarado los resultados”, añade el director del instituto complutense.

Además de la Complutense, han participado el Instituto de Salud Carlos III, los hospitales Gregorio Marañón y el Clínico San Carlos, OftaRed-ISCIII y el CIBER de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas.

Este estudio se ha realizado durante los últimos 3 años en la clínica oftalmológica que el Instituto Ramón Castroviejo tiene en la Facultad de Medicina de la UCM y en él participaron 64 personas, 35 de ellos familiares de pacientes con alzheimer con mutación en el gen ApoE, lo que les hace estar «en riesgo de desarrollar la enfermedad».

Inés López Cuenca, investigadora del IIORC explica que la herramienta empleada fue la tomografía de coherencia óptica (OCT) cuya gran definición ha permitido observar «adelgazamientos significativos en diversas capas de alrededor de 7 micras, cambios muy pequeños pero importantes».

Mediante un haz de luz, en pocos segundos y sin necesitar apenas la colaboración del participante, esta técnica «es capaz de barrer la retina. Es una prueba en la que únicamente se requiere poner una gota para dilatar la pupila y cuyo coste es bajo en comparación con otras técnicas de imagen como son la resonancia magnética o el TAC», añade.

“Conocer qué ocurre en estos familiares, quienes aún no han desarrollado ninguna pérdida de memoria, nos da una información muy valiosa a la hora de valorar el riesgo o evolución» del alzheimer, y también para realizar ensayos clínicos de fármacos que modifiquen o frenen su avance tanto en fases preclínicas como prodrómicas, concluye López Cuenca. 

 

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