Además de analizar la evolución de la situación epidemiológica y el estado del proceso de vacunación que el Ministerio de Sanidad y las comunidades tratan todas las semanas, mañana estudiarán además la coordinación de actuaciones en relación con las campañas agrícolas así como la actualización de la estrategia y una serie de medidas para paliar el impacto de la pandemia en estos enfermos.
Se trata de una propuesta paralela con la que se da cumplimiento a un acuerdo del Senado, la Estrategia de COVID y Cáncer, que evidencia las prioridades de acción inmediata para reforzar el sistema de atención oncológica para proteger así a los pacientes de cáncer de los riesgos planteados en la pandemia y sus consecuencias a largo plazo.
La última de las actualizaciones de la estrategia en cáncer se ha elaborado gracias a la cooperación de sociedades científicas, asociaciones de pacientes, profesionales expertos y representantes de todas las comunidades y se basa en las conclusiones de la última evaluación, que se hizo en 2014, y en función de toda la evidencia que se ha recopilado desde entonces.
El documento, al que ha tenido acceso Efe, se propone 40 objetivos repartidos en 5 líneas estratégicas: Promoción de la salud y prevención en cáncer, Promoción de la salud y prevención primaria y Detección precoz; Atención sanitaria, Modelo asistencial, Seguimiento y calidad de vida y Cuidados paliativos; Atención sanitaria a la infancia y adolescencia; Datos e información de cáncer e Investigación.
Uno de sus aspectos clave es el desarrollo del Código Europeo contra el Cáncer, que insiste en las recomendaciones de carácter preventivo como son evitar el tabaquismo y las nuevas formas de consumo, la importancia de la dieta y el ejercicio físico, aunque también pone el foco en la prevención de la exposición al radón.
También recuerda que el CISNS aprobó el cribado poblacional del cáncer de cuello de útero, junto con el de cáncer de mama y colorrectal, como objetivo que debe llegar a toda la población candidata según la edad y género, si bien recuerda que quedan pendientes los criterios para evaluar la idoneidad de aprobar otros nuevos con creciente evidencia de su beneficio.
La importancia de la progresiva extensión del modelo de atención multidisciplinario, impulsando la conexión entre Atención Primaria y Hospitalaria, es otra de sus reivindicaciones. Se trata de un modelo que se debe complementar con un acceso rápido cuando hay un signo o síntoma de riesgo de diagnóstico de cáncer.
Asimismo, hace hincapié en la necesidad de mejorar tanto el acceso a pruebas de imagen como de patología de calidad o en la importancia de la medicina de precisión como una manera nueva de plantear el diagnóstico y el tratamiento.
«La calidad de vida, la atención psico-oncológica y la evaluación de las necesidades de los pacientes que han sobrevivido al cáncer son retos no resueltos en nuestro SNS, con asociaciones de pacientes y de voluntariado realizando tareas de substitución que deberían ser parte del SNS», lamenta el documento, en el que también reclama mayor financiación de los proyectos de investigación.
Por último, se hace eco del modelo de redes europeas de referencia junto con el de Centros de referencia del SNS (CSUR) en España para mejorar los resultados clínicos en los tumores raros. EFE
M.M.