La Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (Seicap) han reclamado a los centros escolares un protocolo común que garantice la seguridad y protección de los niños con alergias y asma, sobre todo para los casos más severos.
Cuando se inicia el curso escolar y teniendo en cuenta que aún está presente la pandemia, esta sociedad ha reclamado formación en alergias para el profesorado y personal no docente, de forma que sepan identificar los síntomas y actuar en caso de reacción, pero además han reivindicado que el colegio disponga de un protocolo de actuación en caso de emergencia.
Según la Seicap, el 40 por ciento de los niños escolarizados asisten al comedor y un 5,2 por ciento es alérgico a algún alimento. De ahí, que sea fundamental proporcionarles un entorno seguro que garantice la máxima prevención de reacciones, sobre todo en el caso de alergias severas que pueden llegar a costar la vida al menor.
Algunas comunidades, como Andalucía, Galicia, Baleares, Murcia o la Comunidad Valenciana, tienen, según la Seicap, programas de alerta escolar que permite una atención sanitaria a niños con patologías crónicas.
Con estos programas existe una coordinación entre el profesorado, al que se forma para identificar las alergias, y los servicios de emergencia que en caso de necesidad tienen acceso inmediato a la historia clínica del alumno, lo que les permite orientar al docente en la asistencia.
Por ello, la Seicap recomienda que para garantizar una vuelta al colegio segura se proporcione información detallada al centro escolar sobre la alergia o asma del alumno, se entregue al colegio un informe médico y el botiquín del colegio disponga de medicación de rescate como los autoinyectores de adrenalina.
Además, es conveniente que se eduque al niño en el manejo de su enfermedad y que las familias tengan información completa sobre la empresa que lleva el catering del comedor escolar.
Y teniendo en cuenta que el curso se inicia con pandemia, esta sociedad insiste en continuar con las recomendaciones sanitarias de mascarilla, lavado de manos y distancia social y apela a que los mayores de 12 años se vacunen, ya que ello contribuye a reducir el riesgo de afectación grave de la enfermedad en buena parte de la población infantil y adolescente.
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