Así consta en el estudio QUASAR-SEOM promovido por la sección de cuidados continuos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) en el que se analiza el manejo del síndrome anorexia-caquexia en España en el paciente oncológico y el uso de orexígenos (fármacos estimuladores del apetito).
Según el estudio, el 41 % de los oncólogos afirma seguir algún protocolo para abordar este síndrome de anorexia-caquexia a pesar de que hasta el 94 % desconoce si existen protocolos específicos en su comunidad autónoma, centro o servicio de salud.
Aproximadamente la mitad de los oncólogos encuestados para este estudio (147 en toda España) sostiene que este síndrome se trata poco en las fases iniciales si bien dos de cada tres considera que tiene «bastante información» al respecto.
El 88 % asegura que conoce los fármacos indicados para estimular el apetito y un 70 % utiliza los orexígenos si bien un 17 % admite falta de experiencia para utilizarlos.
Mientras, un 76 % cree que los suplementos nutricionales son el mejor tratamiento para revertir este síndrome.
El estudio constata que el síndrome de anorexia-caquexia está asociado a una peor respuesta al tratamiento antineoplásico, es decir, el que impide el crecimiento del tumor pero también deteriora la calidad de vida, afecta emocionalmente al enfermo y aumenta su morbimortalidad.
Por ello, los oncólogos recomiendan dar importancia al estado nutricional del paciente con cáncer y hacer un seguimiento periódico de su peso y apetito para evitar llegar a la desnutrición extrema.EFE
A.M.