Un 12% de los pacientes ingresados por covid-19 que, a su vez, sufren daño cardíaco, necesitan volver a ser ingresados o mueren en el primer año después de superar la enfermedad, algo que sólo ocurre en el 1% de los que no sufren daño cardíaco durante la infección por SARS-CoV-2, según un estudio del Hospital del Mar.
El trabajo, que publica la revista ‘Journal of Clinical Medicine’, recomienda revisar de forma rutinaria los marcadores de daño cardíaco en sangre en los pacientes ingresados por covid-19 para poder hacer un seguimiento esmerado de estos problemas a largo plazo.
La doctora Andrea Izquierdo, médica adjunta del Servicio de Cardiología del Hospital del Mar, coautora del estudio, ha recomendado «comprobar de forma rutinaria los marcadores de daño cardíaco en la sangre de los pacientes ingresados por covid-19 para poder ayudar a guiar el tratamiento, el manejo intrahospitalario y el manejo poshospitalario, cuando el paciente reciba el alta”.
Los investigadores comprobaron la evolución durante un año de 86 pacientes que habían ingresado en el Hospital del Mar y en el Hospital Joan XXIII de Tarragona por covid-19 y que presentaban en sangre elevados niveles de troponina, proteína que se libera cuando se produce daño en el músculo cardíaco, el miocardio.
Sus datos se compararon con otros 86 pacientes ingresados por el mismo motivo, pero sin ese problema, y ambos grupos eran equivalentes en cuestión de edad y sexo.
En el caso del primer grupo, «aunque los pacientes hubieran superado la covid-19 y hubieran regresado a casa, reingresaban más y tenían mayor mortalidad durante el primer año de seguimiento que los pacientes sin el indicador de daño cardíaco en sangre», según Izquierdo.
Además, la mitad de los pacientes con este marcador elevado fueron sometidos a pruebas a los seis meses del alta. Los investigadores comprobaron que en aquellos que habían sufrido daño cardíaco el corazón presentaba paredes más gruesas, un factor seguramente relacionado con sufrir hipertensión arterial y no con la covid-19.
Los investigadores han destacado que las personas que presentaban niveles elevados de troponina en sangre tenían una situación de partida peor que las que no, con mayores comorbilidades asociadas, como hipertensión arterial, insuficiencia renal crónica o episodios de insuficiencia cardíaca.
Por este motivo, la jefa de sección de la Unidad Coronaria del Hospital del Mar, Núria Ribas, ha apuntado que se trata de un colectivo al que «hay que seguir de forma más estrecha para evitar estos reingresos».
Los reingresos que necesitaron el 10,5% de los pacientes de este colectivo, frente al 1,2% del otro grupo, se produjeron por motivos no asociados con la covid-19.
Esto convierte a los niveles de troponina en sangre en un «buen indicador de mal pronóstico a largo plazo en pacientes con covid-19, a pesar de haber superado la enfermedad y de forma independiente de la edad y el sexo», ha remarcado Ribas.
Hasta ahora se había relacionado este indicador de daño cardíaco con riesgo de problemas de los pacientes durante el ingreso, pero no una vez que los pacientes ya habían recibido el alta hospitalaria.
El investigador del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), Jaume Marrugat, autor también del trabajo, ha resaltado que la ventaja de este indicador es que «dado que es una determinación relativamente barata y disponible en todos los hospitales, hacerla en todos los pacientes con covid-19 que requieren hospitalización es factible y ofrece una estratificación de riesgo no sólo durante la hospitalización, sino también a largo plazo».
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