La intervención, una vaginoplastia robótica con colgajo peritoneal, se ha efectuado en una paciente de 30 años, ha explicado este martes el hospital.
La cirugía feminizante utilizada con más frecuencia es la vaginoplastia de inversión peneana, es decir, usar la piel del propio pene y escroto como tejido para la creación del canal de la neovagina.
Sin embargo, la incorporación de la cirugía robótica a esta técnica permite la utilización del colgajo peritoneal (una parte del tejido que reviste la cavidad abdominal) para, de esta forma, asegurar la profundidad y facilitar la creación del canal de la nueva vagina.
Para las pacientes, las ventajas de este nuevo tipo de intervención son un menor riesgo de prolapso (caída) vaginal y de posible lesión en el recto durante la cirugía, y la reducción de la duración de la intervención, puesto que se trabaja en dos campos quirúrgicos.
En un futuro, se espera que este tipo de procedimiento permita también acortar su estancia hospitalaria y mejorar los resultados funcionales de las pacientes.
El uso de los controles y los brazos robóticos permite mover los instrumentos con mayor precisión, trabajar con una visión de mayor calidad, y llegar con mayor comodidad a las áreas de más difícil acceso de la cavidad pélvica, ha explicado el centro.
La intervención la han llevado a cabo conjuntamente cirujanos urólogos y cirujanos plásticos de la Unidad Funcional de Cirugía Transgénero que hicieron una estancia de dos meses en el NYU Langone Hospital de Nueva York con los expertos y líderes mundiales en este tipo de técnica.
«Los cuatro años de experiencia en esta técnica en Estados Unidos han demostrado que se trata de un procedimiento muy seguro y ventajoso para las pacientes», ha subrayado la doctora del Servicio de Urología de Bellvitge Begoña Etcheverry, una de las especialistas que hizo la estancia en el NYU Langone Hospital.
«Un equipo multidisciplinar y experto en cirugía robótica como el del Hospital Universitario de Bellvitge es el ideal para iniciar un primer programa de este tipo de cirugía», ha añadido.
El Hospital Universitario de Bellvitge cuenta con dos quirófanos equipados con el sistema robótico Da Vinci, con los que realiza unas 500 cirugías robóticas anuales.
El primer quirófano robotizado se puso en marcha en 2009 (renovado en 2016 con un nuevo robot de última generación) y, el segundo, en 2019.
La cirugía de reasignación de género, ha subrayado el hospital, «ofrece a las personas trans la posibilidad de una reasignación genital para que se puedan reafirmar en su identidad sentida».
Se trata de una de las posibilidades del proceso de tratamiento del malestar o sufrimiento emocional que padecen muchas personas trans debido a que su identidad de género difiere del sexo asignado al nacer o por las características físicas relacionadas con el sexo.
La Unidad Funcional de Cirugía Transgénero del Hospital Universitario de Bellvitge se puso en marcha en octubre de 2019, después de que el Servicio Catalán de la Salud designara a este hospital como uno de los tres centros de referencia de Cataluña para la atención quirúrgica a las personas trans.
Se trata de una unidad multidisciplinar con experiencia reconocida en el campo de la cirugía genital compleja, donde participan especialistas de los servicios de Urología, Cirugía Plástica y Reparadora y Ginecología, entre otros.
Desde su puesta en marcha, ha realizado un total de 39 cirugías transgénero. EFE
A.M.