Distintas organizaciones pediátricas han llamado este miércoles a la «cautela y serenidad» ante la alarma sanitaria generada por hepatitis infantil aguda de origen desconocido porque, a día de hoy, no existe «una hipótesis fiable que haga pensar en un crecimiento importante» de nuevos casos.
La Sociedad de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (SEGHNP), la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP) y la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría (SEUP), junto con la Asociación Española de Pediatría (AEP), han pedido a los profesionales de Atención Pediátrica que «extremen su vigilancia» para poder establecer un diagnóstico y tratamiento adecuados y registrar y comunicar nuevos casos.
En un comunicado, recuerdan que la alteración de las pruebas de función hepática es un fenómeno «relativamente frecuente» en una serie de enfermedades comunes en la infancia como son los procesos infecciosos, de ahí que en la mayoría de estos casos la afectación hepática sea leve y autolimitada.
Mientras, la aparición de casos de hepatitis aguda grave y complicada es un fenómeno «habitualmente poco frecuente» y no siempre relacionado con agentes infecciosos más o menos conocidos (en ocasiones se producen en el contexto de intoxicaciones, interacciones medicamentosas o enfermedades crónicas hepáticas ya existentes).
Ayer, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) elevó a 190 los casos de hepatitis infantil aguda de origen desconocido, surgida en Reino Unido y confirmada ya en una docena de países -entre ellos España-, que han provocado una muerte y cerca de una veintena de trasplantes de hígado.
Sobre su origen, sus investigaciones apuntan a un «vínculo» con una infección causada por un adenovirus, mientras se han excluido hepatitis viral de los tipos A, B, C, D y E.
Estas cuatro sociedades están siguiendo «de manera exhaustiva las novedades» y han querido transmitir «cautela y serenidad» a la población porque, a día de hoy, no existe «una hipótesis fiable que haga pensar en un crecimiento importante del número de nuevos casos».
La hepatitis es una inflamación del hígado que cursa con una elevación en sangre de unas proteínas llamadas transaminasas; las causas son múltiples y, dependiendo de la edad del paciente, habrá algunas más o menos prevalentes.
En la edad pediátrica, las causas infecciosas –y, dentro de éstas, las víricas- son las más comunes, aunque también están las tóxicas, como el uso de fármacos o hierbas medicinales, o las inmunológicas. También puede haber otras crónicas originadas por enfermedades metabólicas o genéticas.
En circunstancias normales, lo más habitual es que las hepatitis cursen con pocos síntomas o con síntomas generales como el cansancio marcado, dolor abdominal, náuseas, vómitos o diarrea.
Más específicos de hepatitis son la ictericia, que es la coloración amarilla de piel y mucosas; la coluria, que es la coloración oscura de la orina; o incluso la acolia, que son deposiciones de color muy claro, si bien también se puede presentar picor en la piel.
Ante la aparición de alguno de estos signos, se aconseja acudir a un centro médico para ser evaluado por un pediatra.
Estrella Digital