El español Rafael Nadal, campeón de Wimbledon, confesó este domingo que ganar por segunda vez el torneo más importante de tenis «es más que un sueño» para él, especialmente después del «difícil año» que pasó en 2009.
Así expresó el número uno del mundo sus emociones al recoger sobre la hierba de la Central la copa de campeón, tras vencer en su cuarta final en estas instalaciones al checo Tomas Berdych, por 6-3, 7-5 y 6-4.
«Tener este trofeo en mis manos es gratificante», dijo Nadal después de recordar los peores momentos de su carrera, por lesiones, que lo ausentaron de este Gran Slam el año pasado.
El mallorquín se refirió a la duro que fue para él ser baja en la pasada edición de Wimbledon, un torneo con el que siempre había soñado.
Seguido por la mirada su novia ‘Xisca’ Perelló, y su tío y entrenador, Toni Nadal, el jugador de 24 años saludó emocionado y con gestos de gran cortesía al duque de Kent y a Tim Phillips, presidente del All England Club, mientras éstos le hacían entrega del trofeo.
Sobre su rival de este domingo, hacia el que corrió para saludar una vez terminado el duelo, dijo que está «haciendo una temporada alucinante» y le deseó «toda la suerte del mundo» para el resto del año.
También dedicó algunas palabras al británico Andy Murray, al que superó en semifinales: «Andy está haciéndolo muy bien y va a tener la oportunidad de ganar aquí otro año».
Nadal quiso agradecer a su familia y a todo su público el apoyo mostrado durante estas dos semanas de torneo y durante los últimos años.
Destacó además la actitud de los espectadores de Wimbledon, después incluso de haber vencido a Murray, el jugador en el que depositan todas las esperanzas de volver a conseguir un título de Wimbledon tras más de setenta años.