domingo, noviembre 24, 2024
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Contador regala la etapa reina a Schleck y toma la «pole» para su tercer Tour

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El luxemburgués Andy Schleck (Saxo Bank) ganó la etapa reina de los Pirineos y del Tour de Francia en la cima del Tourmalet, donde entró en compañía, y permiso especial, del líder Alberto Contador, quien no disputó la victoria a su principal rival, pero mantuvo el jersey amarillo con los mismos 8 segundos de ventaja, a falta de la contrarreloj del sábado.

Combate nulo, tablas, en la tan esperada batalla del Tourmalet. También connivencia y acuerdo entre ambos protagonistas eludiendo la refriega después de algún intento por ambas partes. Andy y Contador entraron juntos en meta, abrazo incluido. Andy tiró a falta de 10 kilómetros, se llevó a Contador e hizo todo el gasto hasta la cumbre. El madrileño intentó el despegue a 3,9 de la llegada, pero al no poder distanciarse se acabó el pulso.

La etapa para Andy, por su generosidad en la subida, y el Tour para el madrileño, a falta de la ratificación oficial en la crono del sábado. Y todo el mundo contento.

«No he disputado la etapa, he dejado que ganara Andy, que ha hecho el desgaste en el puerto. Lo importante para mí, es que he dado un paso muy importante para ganar el Tour y que me encuentro con muy buenas piernas», reconoció Contador antes de que fuera felicitado por Nicolas Sarkozy, presidente francés, y por Miguel Indurain, quíntuple vencedor de la grande boucle.

Por su parte, Andy se conformó con la etapa cuando vio que era imposible, tras dos ataques, soltar a Contador. Se convirtió en el segundo corredor que conquista el Tourmalet como final de etapa, después del francés Jean Pierre Danguillaume, en 1974.

El campeón de luxemburgo contrarreloj, que ya ganó en Avoriaz, en los Alpes, firmó su segundo triunfo de la presente edición con un tiempo de 5h.03.29 tras cubrir los 174 kilómetros de la decimoséptima etapa que unió Pau con el alto del Tourmalet, a 2.115 metros de altitud.

Ajenos al duelo estelar, entre la niebla, entró en tercera posición el español «Purito» Rodríguez (Katusha), el conquistador de Mende. A continuación el canadiense Ryder Hesjedal (Garmin) a 1.27 y Samuel Sánchez (Euskaltel) a 1.32. El campeón olímpico, en su liga particular con Menchov por el tercer puesto, le sacó al ruso 8 segundos.

Contador y Andy ya se encargaron de mantener los 8 segundos en la general, a favor del virtual ganador del Tour, que se acercó de manera definitiva a París. Y «Samu» se aferró al tercer escalón, a 3.32 de su amigo Alberto y 21 segundos por encima de Menchov, quien pasó un mal día, pero quemará las naves en la cronometrada de Burdeos.

En la etapa del centenario de la primera etapa pirenaica del Tour, la del cumpleaños de la montaña del «mal retorno», de entrada hubo lluvia, asfalto mojado y escapada de 7 corredores, con los españoles Juan Antonio Flecha (Sky) y Rubén Pérez (Euskaltel), Boasson Hagen (Sky), Koren (Liquigas), Kolobnev (Katusha), Burghardt (BMC) y Pauriol (Cofidis), que lanzó la carrera hasta el ascenso definitivo al Tourmalet.

Nadie peligroso en el proyecto, por lo que el pelotón permitió un retraso de 8 minutos en la cima del Marie Blanque (1a), el primer coloso de la etapa. Entre medias marchaba intercalado en solitario Carlos Sastre, a 1.35 de la cabeza.

Antes, en el kilómetro 24 el campeón olímpico Samuel Sánchez sufrió una caída no exenta de susto, pues sufrió un traumatismo torácico que le dificultó la respiración durante algunos segundos. El asturiano, escoltado por cuatro compañeros pudo volver al pelotón principal.

El Astana asumió el mando del pelotón en el ascenso al Soulor (1a, 12 kms al 7,8 por ciento). Jesús Hernández y David de la Fuente marcaron un ritmo que estiró el grupo. La aceleración bajó a 4.20 minutos el retraso con la cabeza al coronar el puerto, y Sastre seguía empeñado en el intento de enlazar. Denis Menchov había destapado síntomas de debilidad en la subida.

Pocas novedades en el frente de batalla, excepto la irrupción de un rebaño de ovejas en el asfalto que obligaron a algunos a mostrar sus habilidades a la hora de esquivar a los bovinos. Contador y Schleck cercanos, a la espera.

A 24 kilómetros de meta Sastre pasó a formar parte del pelotón. Se desfondó el vencedor del Tour 2008. Por delante, el grupo de 7 a poco más de 4 minutos. El Tourmalet (categoría especial) de frente, con 18,6 kilómetros, apuntando al cielo, en espera de espectáculo y reclamando la presencia de los pesos pesados en tan mítico puerto.

El Saxo Bank sacó las cartas en las primeras rampas. Cancellara se puso en cabeza y estiró el grupo, luego le dio el relevó Chris Sorensen y después Fugslang. Andy hasta ese momento tenía equipo, no así Contador, con todos sus guerrilleros exprimidos.

Llegó el momento esperado a 10 kilómetros de la cumbre del Tourmalet. Tensó Andy Schleck y respondió Contador. El acelerón acabó con el ruso Kolobnev, único superviviente de la escapada inicial. Los demás lejos, a perseguir: Samuel, Menchov, Purito y Van den Broucke.

El gasto por cuenta de Andy, que prometió luchar «hasta caer de la bici», Contador, «con muy buenas piernas» pegado a su matrícula. El madrileño lanzó el cohete a 3,9 kilómetros de meta, sin resultado. Imposible dejar en la cuneta a su enemigo número uno de este Tour y tal vez de los próximos años. En medio del gentío ambos se miraron, hablaron, pactaron, y amigos para siempre. La tarta del centenario del Tourmalet se repartió sin más refriega. La niebla no privó a nadie de un mayor espectáculo.

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