El ciclista pinteño Alberto Contador ha recibido de manos de la presidenta regional, Esperanza Aguirre, una placa conmemorativa de su tercer Tour, «el más duro de los tres», en palabras de la presidenta, que dice que le espera «el año que viene» en la Real Casa de Correos.
El ciclista, tras regalar a Aguirre un maillot amarillo y estampar su firma en la manga derecha cuando la presidenta se lo ha enfundado, ha agradecido el apoyo de la afición.
«Este Tour ha sido muy difícil, hasta el último momento he tenido que sufrir mucho, ha habido momentos en los que no me encontrado igual de bien como en otras ocasiones, pero al final hemos conseguido ganar gracias a todo vuestro apoyo y a vuestros ánimos», ha confesado Contador mientras le jaleaban los aficionados que asistían al acto.
Aguirre ha destacado de Contador su «talento deportivo», su «inteligencia en la competición», su «espíritu de lucha» y su «inmensa capacidad de sufrimiento».
«Es un honor para Pinto, para Madrid y para toda España tenerte entre nosotros, porque nos representas y nos emocionas con tus victorias, que no te las regala nadie», ha proclamado la presidenta.
Ganar un Tour, según Aguirre, «tiene un mérito inmenso, ganar tres es una hazaña colosal y ganar este año, con la mala suerte de que el único día que no te encontrabas del todo bien fuese el de la contrarreloj, es una fantástica exhibición».
La presidenta le ha dado «mil gracias» por su ejemplo y por sus triunfos», que «todos, pinteños, madrileños y españoles», ha subrayado, «vivimos como si fueran propios».
Aguirre ha recordado que, hace un año, cuando fue a la sede de la Presidencia para celebrar su segundo tour, le dijo: «Aquí te esperábamos para celebrar tu tercer tour».
Por ello, tras alegrarse de que Contador haya «hecho bueno el pronóstico», se ha despedido del ciclista «hasta el año que viene».
Antes de la entrega de la placa, Contador ha agradecido el recibimiento en el Libro de Honor de la Comunidad, al tiempo que Aguirre recordaba cómo, estando en París al final del Tour de 2009, «tuvimos que tararear el himno español» porque la organización se equivocó con el himno danés.