Pese a su dilatada trayectoria deportiva, el fondista madrileño Chema Martínez ha asegurado este domingo que su medalla de plata en el Europeo de Barcelona, con un tiempo de 2:17.50, la tercera consecutiva en el torneo continental, es la «más emotiva» de su carrera.
A sus 39 años, después del oro en los 10.000 del Europeo de Múnich y de la plata en Gotemburgo, Chema ha logrado la plata en el maratón, por detrás del suizo Viktor Röthlin. «Nunca había llorado al entrar en meta, pero al ver a mi mujer, a mi entrenador y a todos mis vecinos al llegar, me he emocionado de verdad».
El club de aficionados de Chema, el run2chema.Com, cuarenta familiares y amigos, le ha apoyado en la línea de meta, donde le esperaba su mujer, Nuria, sus hijos Paula y Nicolás y su entrenador, Antonio Serrano.
Martínez ha recordado que su medalla de Múnich «fue el salto al alto nivel, en Gotemburgo fue el premio a la constancia del trabajo, pero esta es la medalla más emotiva y la que más voy a disfrutar porque la he preparado con un cariño brutal».
«Me sabe realmente bien esta plata, venía a por el oro y aspiraba a ganar, pero esta medalla es fantástica, ha explicado un Chema Martínez emocionado por el apoyo del público en las calles de Barcelona. «Lo de la gente ha sido brutal, en todo momento me iba dando ánimo y ha sido una experiencia espectacular, la gente me ha llevado en volandas en los peores momentos».
El corredor madrileño ha explicado que había preparado la prueba «durante 35 días alternando entrenamientos en montaña y a nivel del mar» y ha celebrado además el título del equipo español, campeón de Europa por equipos.
Martínez, eufórico, dispuesto a seguir compitiendo en el Mundial de Daegu y en los Juegos Olímpicos de Londres, ha comentado que aún tiene cuerda para rato porque sigue disfrutando «cada día que salgo a correr, y me considero un privilegiado, y como siga teniendo estas ganas, no me quita nadie de aquí».
Villalobos, quinto
Sobre la carrera, el madrileño ha desvelado que en el kilómetro 7,5 se ha torcido el tobillo al pisar una botella de agua que otro corredor había lanzado. «Me he asustado bastante y he pasado un mal rato, pero he podido engancharme al grupo, ha comentado.
«He corrido bien, creo que he dado la cara para que mis rivales vieran que estaba bien y creo que ya no se puede decir que no sea un buen estratega del maratón porque me he movido delante y atrás, ha añadido antes de felicitar al ganador. «Ha estado de ‘chapeau».
Por su parte, el extremeño Pablo Villalobos, quinto clasificado (2:19.56) tras una extraordinaria remontada, ha explicado que no pudo meterse en la lucha por las medallas «porque la última vuelta se me ha hecho muy larga y ya iba sin gasolina».
«Las medallas no las he visto cerca hasta el principio de la última vuelta y sabía que los corredores de delante no iban bien, pero me he quedado sin fuerzas, ha comentado.