Rafa Muñoz acabó este lunes en Budapest con todos sus fantasmas y se clasificó para la final de este miércoles con el mejor tiempo del año en los 50 mariposa, mientras que unos minutos antes otra española, Duane da Rocha, sorprendió a todos metiéndose en la final de los 200 espalda también con el mejor tiempo.
Si bien los resultados de Muñoz se podían esperar, también se podían poner en duda debido al tormentoso último año que ha tenido después de la medalla de bronce del verano pasado en los Mundiales de Roma, su desaparición de las piscinas durante tres meses y su comparecencia ante el Panel Antidopaje de la Federación Internacional (FINA), la semana pasada en Budapest, donde quedó absuelto de uno de los avisos por no haber dado cuenta de su localización a efectos de los controles antidopaje.
Hace una semana estaba al borde de una sanción, hoy acaricia las medallas.
Muñoz tiene el récord del mundo de los 50 mariposa, con 22.43, y hoy hizo la mejor marca del año, 23.15, para imponerse al francés Frederick Bousquet, con 23.30, segundo en su propia semifinal y en la suma de los ocho calificados, y al alemán Steffen Deibler, primero en la otra y tercero en el total, con 23.56.
Da Rocha, el mejor tiempo
Por su parte, Duane da Rocha también logró el mejor tiempo de las finalistas en la prueba de los 200 metros espalda y competirá mañana en la final por la calle 4.
Paró el crono en 2:10.56, mientras que la otra española en esas semifinales, Lydia Morant, quedó fuera con un crono de 2:13.11, la undécima de las semifinalistas.
Da Rocha, una nadadora de 22 años que ha sufrido altibajos en su carrera, pudo con la británica Elizabeth Simmonds, segunda en la serie de las españolas, con 2:10.71, y la compatriota de ésta Gemma Spoforth, con 2:11.25.
Otro español, Aschwin Wildeboer, se clasificó para nadar mañana la final de los 100 metros espalda, pero no estuvo tan brillante como Muñoz y Da Rocha. En esa prueba su compatriota Juan Miguel Rando se quedó en las semifinales.
Wildeboer ha reconocido que su carga de entrenamiento ha bajado este año respecto a la que tuvo en 2008, con miras a los Juegos Olímpicos de Pekín, donde fue el único finalista español; y en 2009 para los Mundiales de Roma, dónde ganó la medalla de bronce en los 100 espalda, su mejor distancia.
En la piscina de la isla Margarita a orillas del Danubio a su paso por la capital húngara, Wildeboer hizo el sexto mejor tiempo de los clasificados, pero lejos del francés Camille Lacourt, que sorprendió a todos esta tarde al volver a batir el récord de los campeonatos que él mismo había establecido por la mañana en la misma piscina.
Lacourt hizo 52.58 para ganar a Wildeboer con 54.46, medallista de bronce el año pasado en Roma en esta distancia. El francés había hecho por la mañana 53.27.
Por su parte, Rando fue sexto en la serie con 54.80, un tiempo que le dejó en la duodécima plaza fuera de los ocho que nadarán mañana por la tarde la final.
En la final de los 400 libre, el francés Yannick Agnel, que cumplió 18 años hace dos meses, se proclamó campeón continental al doblegar al alemán Paul Biedermann, campeón del mundo de los 200 libre, y al húngaro Gergo Kis con un tiempo de 3:46.17 por 3:46.30 del germano y 3:48.14 del magiar.
La británica Hannah Miley venció en la final de los 400 libre y batió el récord de los campeonatos que estaba en poder de la ucraniana Yana Klochkova, desde julio de 2002, en 4:35.10. La medallista de oro paró el crono en 4:33.09 por 4:36.43 de la húngara Katinka Hosszu, segunda, y de la compatriota de ésta Zsuzsanna Kakabos, bronce con 4:37.42.