Cesc Fábregas no ha escuchado ningún reproche, ni desde la grada ni cuando pasea por las calles de Londres, sobre la operación del pasado verano para intentar conseguir su traspaso al Barcelona, el club en el que se crió.
Preguntado por el diario The Sun si ha percibido malestar entre los hinchas del Arsenal por las negociaciones para su fichaje, el internacional español contestó: «No, en absoluto. Fui sincero sobre este asunto todo el tiempo y creo que (los aficionados) entendieron la situación perfectamente, al cien por cien. No ha habido una sola persona, en el estadio o en la calle, que me haya dicho algo malo. Nada en absoluto, y es algo que agradezco y aprecio», dice el capitán de los «gunners», que asegura que sigue centrado «en tener una gran temporada con el Arsenal y ganar algo».
El Arsenal rechazó antes del inicio de la temporada una oferta del Barcelona cercana a los 40 millones de euros, que el club que entrena el francés Arsene Wenger rechazó por considerar a Fábregas un emblema del equipo, en el que el catalán cumple ya su octavo año.
Mundial de Sudáfrica
En la entrevista, Fábregas habla de la victoria en el Mundial de Sudáfrica y, entre otras cosas, de la asistencia de gol que dio a Iniesta en el gol de la victoria frente a Holanda en la final. «Es algo de lo que siempre estaré orgulloso, un recuerdo que permanecerá para siempre», dice el centrocampista, que destaca la importancia de un trofeo tan difícil de ganar. «Hay grandes jugadores que han hecho cosas muy grandes en el fútbol y que no lo han ganado», indica Fábregas.
«No importa cuánto tiempo haya pasado. Sigues siendo campeón del mundo, así que cuando hayan pasado 15 o 20 años todavía podré mirar hacia atrás y decir: ‘fíjate lo que conseguí, fue alucinante», dice.
Sobre su preferencia entre ganar la Premier o ganar la Liga de Campeones, el futbolista se decanta por la segunda. «Tengo que decir que estaría muy orgulloso de ganar la Premier, pero -y quizá muchos aficionados no están de acuerdo conmigo- ganar la Liga de Campeones es lo que más me gustaría», afirma. «Después de ganar la Eurocopa y después el Mundial, la Liga de Campeones es el siguiente premio gordo para mi», señala.
La final de este año es en el estadio de Wembley -«a sólo 20 minutos de mi casa»- y Fábregas sueña con estar presente, «contra el Barça o contra cualquier otro equipo».