El entrenador del Real Madrid, José Mourinho, asegura estar agradecido a Dios por no tener modestia porque es «una cualidad que no ayuda en nada». En una entrevista publicada por la revista «France Football», y realizada la semana pasada, el portugués desglosa su filosofía de vida y de trabajo. Se muestra como un hombre directo y de carácter fuerte que considera que la sinceridad es su peor defecto como entrenador.
«Vivo y trabajo en un mundo en el que no puedes decir lo que piensas, nunca puedes decir la verdad. No ser hipócrita, no ser diplomático, no ser pelota. Ese es mi mayor defecto. Lo peor es que si te comparas con gente que lo es, tu pierdes siempre en la comparación», precisa.
Dice el luso que «ganar una vez un campeonato, lo puede conseguir cualquiera» porque «el fútbol es un juego que permite que eso se produzca. Pero ganar, ganar y volver a ganar, no es para todos los entrenadores».
Por eso a Mourinho, que dice ser «perfectamente consciente de sus capacidades», sólo le gusta rodearse de gente que comparta su forma de entender el fútbol.
«Me gusta pensar como pienso, me gusta que la gente que está conmigo piense exactamente igual. Que somos fuertes, que tenemos las calidades, que somos los mejores, que nadie nos puede ganar. Es mi filosofía», explica.
En la entrevista, realizada el pasado miércoles, el entrenador del Real Madrid no hace ningún comentario sobre «el clásico», pero sí que recuerda los partidos contra los azulgrana que disputó el año pasado, como técnico del Inter de Milán.
La semifinal de la Liga de Campeones contra el Barcelona el año pasado fue una buena publicidad, dice Mourinho, que asegura que «fue un espectáculo magnífico» al menos en el plano «táctico» y que su objetivo era ganar la eliminatoria, no hacer un juego bonito en el Camp Nou.
El espectáculo «lo hicimos en Milán, en el partido de ida. Ganamos 3-1 y hubiéramos podido incluso meter 4. Y viajamos a Barcelona con esa ventaja. Allí salimos a jugar, pero a los diez minutos nos encontramos con diez», dice.
«Entonces, o haces el payaso y te caen cinco o reacciones como un campeón y te clasificas», asegura el luso, que llegó a la final y se alzó con su segunda Liga de Campeones al derrotar al Bayern de Múnich.
Por otro lado, el portugués, que se deshace en elogios hacia el club madrileño, no esconde que le gustaría terminar su carrera en la Premier League.
«Mi hábitat natural es el fútbol inglés. Es allí donde quiero terminar, pero no puedo estar más contento que en el Real Madrid, tenida cuenta de la dimensión social del club, del amor que suscita y de la importancia del desafío que me espera», agrega.