Quique Sánchez Flores, entrenador del Atlético de Madrid, dijo este viernes que está «en la sala de máquinas» y a «todo gas» para reencontrarse con la victoria, tras cuatro derrotas, y admitió que «estas últimas semanas» lo que «más» le preocupa es el «estado de ánimo, que el equipo no desista de lo que está haciendo».
«Estamos con la intención nuevamente de acabar con esta racha tan negativa y tan difícil. Vamos partido a partido, siempre con la misma emoción y luego las circunstancias son las que están mandando, pero vamos ilusionados y con la idea clara de saber que si ganamos volveremos a zona europea o muy cerca de zona europea», valoró el técnico, un día antes de la visita a Zaragoza.
Un triunfo, «sin duda», reforzará la confianza del equipo, según explicó Quique, que añadió: «Cada vez creo más en los estados de ánimo. Tal y como está el fútbol actual, con las presiones que tiene, con la tensión que maneja, tengo muy claro que cada vez afecta más un resultado negativo en el ánimo de los futbolistas, más allá de que sean unos excelentes profesionales».
Después de cuatro derrotas consecutivas, «lo único que debe cambiar es el resultado para que cambie el estado de ánimo. Seguimos en esa persecución, vamos a intentar hacer el mejor partido posible, ganar, dedicárselo a la afición y ojalá vengamos con los puntos», continuó. «Estoy en la sala de máquinas, estamos a todo gas, intentamos restablecer todo, que todo vuelva a su sitio, y para eso lo que hay que hacer es repetir lo que hemos hecho antes que nos ha llevado a cosas importantes. Cierto es que estas últimas semanas lo que más me preocupa es el estado de ánimo, que el equipo no dimita, que no desista de lo que está haciendo», añadió Quique, que, en cualquier caso, dijo que no tiene «ningún miedo» a que eso vaya a ocurrir y que trabaja «siempre en situación para que eso nunca suceda».
«Siempre he dicho que el grupo de profesionales que manejo es excelente. Que tenga facilidad para meterse en situaciones complicadas, pues eso es una dinámica que desgraciadamente el Atlético lo ha vivido en demasiadas situaciones históricamente, capaz de estar en lo mejor y con lo mismo en lo peor», subrayó.
«Trabajamos para no ser eso, para no ser el pupas, para que no nos llamen cosas que no nos gustan, para que no nos digan que somos desequilibrados o irregulares… Cuando un jugador cosecha resultados negativos duda de casi todo. Y nosotros no queremos que ocurra la dimisión anímica. En lo profesional, no tenemos ninguna duda de que estos jugadores son muy profesionales y son los que han hecho vibrar de verdad a esta afición», agregó.
Quique, además, lamentó que la suerte no esté acompañando al equipo en las últimas jornadas: «Estamos muy en esa de la película ‘Match Point’, el límite de la red cuando da y cae la pelota para un lado o para otro. Ahora, sabemos que todo lo que tenemos que empujar lo tenemos que empujar nosotros, porque hasta ese factor suerte, que es importante en el fútbol, en general tampoco nos está ayudando».
El técnico fue preguntado por la situación del brasileño Elías Mendes y Juanfran Torres, los dos fichajes de invierno, que han alternado el banquillo con la titularidad. «Han venido en un momento muy difícil. Ponerse la camiseta del Atlético, un club histórico y grande, en una situación de zozobra, de presión y tener que ser los que saquen adelante el equipo es muy difícil, porque hay que entender la Liga española, el club, la situación, hay que manejar muchos tiempos y todo al mismo tiempo no da», valoró.
«De alguna forma, intento protegerlos, en función de la situación que vivimos y de las respuestas que evidentemente analizo en cada entrenamiento y sé hasta que punto en estos momentos están preparados para dar. Ahora, el futuro será otra cosa», añadió.
Mañana espera el Zaragoza, dirigido por el mexicano Javier Aguirre, al que elogió Quique: «Siempre, desde que hemos coincidido en la Liga española, nos hemos profesado una cierta admiración y siempre que nos hemos enfrentado hemos tenido la sensación de que nos enfrentábamos a equipos buenos y buenos entrenadores».
«Entonces, eso no cambia porque él está ahora luchando en una situación diferente ni porque yo esté en otra situación. La admiración es la admiración y está basada seguramente en una carrera, en un historial, que no va a variar pase lo que pase», dijo.