El tenista español David Ferrer puso la directa para alcanzar los octavos de final del Abierto de Estados Unidos, tras pasar por encima del alemán Florian Mayer (26) por 6-1, 6-2 y 7-6(), después de 1 hora y 47 minutos de partido.
El jugador alicantino salió a la pista como una apisonadora y borró de la misma al jugador alemán que se encontraba con dos sets abajo cuando apenas se había disputado una hora de partido.
Ferrer firmó una gran actuación en las dos primeras mangas, con muy pocos errores, y jugando con una gran solidez desde el fondo de la pista, frente a un rival que buscaba la red para no tener que pelotear con el pupilo de Javier Piles, pero al que no le sirvió de nada su estrategia.
La facilidad con la que se había apuntado las dos primeras mangas pudo relajar al de Jávea que arrancó la tercera manga con un 3-0 en contra.
La reacción de Ferrer fue inmediata y niveló el set, que tuvo que decidirse en la muerte súbita.
Ahí, David Ferrer volvió a tomar los mandos de la situación y con un parcial de 7-2 finiquitó el ‘tie break’ y el partido.
El actual número 5 mundial ha conseguido con su pase a octavos alcanzar, como mínimo, esta ronda en los cuartos Grand Slams por primera vez en la misma temporada, ya que alcanzó las semifinales en el Abierto de Australia y octavos en Roland Garros y Wimbledon.
En esta próxima ronda se medirá al vencedor del partido entre el norteamericano Andy Roddick y el francés Julien Benneteau.
Redacción