El entrenador del Real Madrid, Jose Mourinho, se refirió al Bayern Múnich, un equipo que no se le ha dado bien al conjunto blanco a lo largo de la historia, recordando que «la historia no juega» en este encuentro, que no tendrá «relación con lo pasado anteriormente», por lo que el Madrid tendrá la «motivación extra» de jugar por segunda vez consecutiva las semifinales de esta competición.
«Son números que no tienen ningún significado, son números históricos y la historia no juega mañana. Mañana es un partido diferente que no tiene relación con lo que ha pasado anteriormente. Deben tener la motivación extra de jugar la final en su casa pero nosotros tenemos la motivación extra de ser la segunda temporada consecutiva que jugamos la semifinal», afirmó en rueda de prensa.
De cara al encuentro de ida en el Allianz Arena, Mourinho destacó que no tiene dudas en lo que respecta a los once que saltarán al césped alemán. «Para mañana no tengo ninguna duda. Sé quién va a jugar, sé quién estará en el banquillo y sé quién se quedará en la tribuna. Normalmente me gusta dormir el día antes sabiendo quién va a jugar y este partido de mañana es de los partidos que he pensado tanto sobre él que no tengo ninguna duda. No voy a decir quién juega, pero para mí la decisión es fácil, mis decisiones están tomadas», recalcó.
En referencia al que será su rival, el preparador portugués destacó a su «fantástico entrenador», a sus «muy buenos jugadores» y a la «gran institución». Pero lo que más destacó es que, pese a que tenga «jugadores más especiales», es un «óptimo equipo», que creció mucho «en las manos de Van Gaal» y que ahora con Heynckes está jugando «genial», por lo que han llegado a semifinales «con todo el derecho de pensar que pueden llegar hasta el final».
Además, en cuanto al tema del favoritismo, Mourinho prefirió no dar su opinión y se refirió a gente «de mucha credibilidad en el mundo del fútbol», como «Oliver Kahn, Rummenigge o Uli Hoeness», que opinan que el Real Madrid «no es un gran equipo, que ellos son favoritos y que nosotros tenemos un gran complejo con la bestia negra», mencionó.
Precisamente también se refirió a este encuentro el delantero del Bayern Mario Gómez, que afirmó que los jugadores blancos vivirán «un infierno» durante el encuentro. Unas palabras a las que hizo referencia irónicamente Jose Mourinho.
«Las cuestiones de seguridad es una cosa donde la UEFA es grande y seguramente van a tener muchos bomberos por si acaso hay fuego. Nosotros a jugar, Webb y su gente a pitar y nosotros solo a jugar. No pienso que el Bayern vaya a hacer otra cosa, van a jugar con mucho corazón, es normal, es positivo, pero son un equipo de fútbol que juega bien, por eso, bromas aparte, pienso que será un partido de fútbol un poco más táctico de lo normal, pero espero que sea un gran partido», confesó.
Uno de los jugadores que podría ser clave en la eliminatoria será el brasileño Kaká, un jugador que tiene «tradición de hacer buenos partidos» en la Liga de Campeones, por lo que Mourinho tendrá «en la mano» la posibilidad de utilizarlo en unos partidos donde «se siente bien jugando».
Cuestionado sobre la decisión de solo salir en rueda de prensa en los encuentros europeos, el luso afirmó hacerlo por estar «obligado por el reglamento de Champions». Además, aclaró que la única competición que pueden perder esta temporada es la Copa del Rey, «que era nuestra y que no será nuestra esta temporada, aunque es mejor olvidar el modo con el que hemos sido apartados», por lo que la Liga y la Champions solo la pueden «ganar» y es lo que van a «intentar hacer».
Contento con la designación de Howard Webb
Un factor importante que podría afectar a la resolución del encuentro es el arbitraje. Para el entrenador madridista, el árbitro designado para este encuentro, el inglés Howard Webb, es una buena decisión.
«No tengo ningún tipo de problema. para mí es un óptimo árbitro, tiene muchísima experiencia en partidos de este nivel y como siempre antes de un partido el Real Madrid tiene buenas sensaciones con todos los árbitros. Esperamos que todos ellos hagan bien su trabajo y los jugadores del Real Madrid como siempre van a intentar ayudar al árbitro a hacer su trabajo tranquilo, pero sabemos que alguna vez un árbitro puede fallar, son cosas que pueden pasar», sentenció.
Mourinho también quiso mencionar los únicos aspectos que ha cambiado en el club desde que llegó en 2010. «No he cambiado nada en el club ni en su organigrama. Lo único que yo he ayudado a cambiar con ayuda de los jugadores es que el Real Madrid no llegaba a estas fases de Champions hace muchos años y que de repente en dos temporadas llega a dos semifinales, con un partido perdido de 22 de Champions y ese partido tiene historia. Eso es lo único que hemos cambiado y vamos a intentar mañana dar un pasito más para intentar jugar esa final», dijo.
Y es que analizó que tras dos temporadas en el club «es normal que esta temporada sea mejor que la anterior», e incluso que «la próxima sea mejor que esta», y deseó que «lo bueno que estamos haciendo» pudiera transformarse en «algún título importante» que los jugadores «se merecen».
Otro jugador que centró la rueda de prensa fue Lass Diarra, con el que el entrenador de Setubal cuenta para el futuro, pese a que fue cuestionado sobre una posible reunión del jugador con dirigentes de otro equipo durante el encuentro del Madrid ante el Valencia. «Sí, cuento para esta y para la próxima temporada con él. No estaba convocado para el partido contra el Valencia ha estado libre y si ha estado aquí o se ha ido no es problema mío. Mi problema es que el día siguiente estuviera en el entrenamiento y lo estuvo», sostuvo.
Por último, evidenció que él no podría trabajar en Alemania, ya que el idioma alemán es uno de los que no tiene «ningún tipo de dominio» y para el preparador blanco «la comunicación es importante», por lo que esta limitación hacen «casi imposible» que Mourinho entrene a algún equipo alemán en el futuro.