El jugador del FC Barcelona Cesc Fàbregas ha negado este lunes por la tarde que exista ningún tipo de mala relación entre su entrenador, Pep Guardiola, y su ayudante y próximo técnico, Tito Vilanova, y ha lamentado que se intente desestabilizar al club con un asunto como este cuando los dos siguen siendo «igual de amigos», por lo que negó que ello afecte al equipo.
«Es sorprendente escuchar cosas así entre dos personas que han trabajado durante tanto tiempo juntos, que son amigos, para intentar desestabilizar esta relación. No se tiene que llegar a este punto, sobre todo por ellos», comentó en rueda de prensa.
Además, aseguró que en el vestuario «todos» saben que la relación es «buenísima». «Ver esos comentarios fuera no hacen bien a nadie, ni a nosotros. A ellos les es igual pero duele, porque desde dentro sabemos que la relación es tan buena», aseveró en este sentido.
Así, el canterano quiso cortar por lo sano con este asunto. «Sabemos que es tan falso, que no existe en ningún momento, que estamos la mar de tranquilos. Entrenamos, ellos hablan como siempre, hacen las funciones y están motivados como siempre, se comunican, comen juntos… Nada más que decir, es mejor cerrarlo y que sean felices como compañeros y amigos que son», apostilló.