El FC Barcelona Regal ha conseguido una gran victoria en el Palau Blaugrana (81-80) en el primer partido de la final de la Liga Endesa ante un Real Madrid que dominó buena parte del partido pero que al final se vio sorprendido por un Barça peleón, lleno de rabia y orgullo, que remontó 12 puntos en 10 minutos y consiguió que la victoria se quedara en casa con un triple sobre la bocina y en carrera de Marcelinho Huertas.
En un último cuarto de infarto, el Barça se creció y, enfadado con ellos mismos, sacaron un orgullo culé que les llevó a remontar los doce puntos iniciales de desventaja con que empezaron los diez minutos finales. Fueron más duros en defensa, pusieron agallas en ataque y asustaron a un Real Madrid que había trabajo mucho y bien para llevarse el primer partido.
Poco a poco, fueron recortando diferencias y se ganaron el derecho a luchar por el triunfo en un último minuto apoteósico. Anclado el Madrid en los 78 puntos, el Barça consiguió un parcial de 11-0 para igualar el marcador a falta de 44 segundos gracias a un triple de Navarro. Todo por jugar, por decidir, y los nervios a flor de piel.
Metió primero el Madrid, el Barça tuvo una pérdida y Llull tenía en sus manos la llave del partido (78-80), se jugó un triple pero falló, Eidson cogió el rebote, asistió a Marcelinho y éste, desaparecido en todo el choque, hizo un ‘slalom’ para jugarse en carrera y sobre la bocina el triple decisivo; entró y el Palau se vino abajo, con todos los jugadores encima del brasileño sobre la pista. No ha podido empezar más igualada esta final, que empieza dominando el Barça Regal.
Pero al Barça le costó un mundo encontrar canastas fáciles, pues se estrellaba siempre ante unos jugadores blancos más altos, más fuertes, más intensos, un muro. Ante esta situación Xavi Pascual intentó motivar a los suyos y buscar alguna vía nueva en ataque, pero sin fortuna. El Real Madrid, cada vez con más ventaja, estaba demasiado cómodo en el Palau y con la mentalidad necesaria para atestar el primer gran golpe en esta final, aunque al final todo se les fue al ‘garete’.
Muchos daban por favorito al Madrid pese al factor pista a favor de los blaugranas, y los pronósticos que llevaban a ello se cumplieron. El Madrid llegaba más fuerte de cabeza y piernas, y así fue, el Barça ha arrastrado esta temporada problemas en ataque que ha solventado con la mejor defensa, pero esta noche no encontró ni una cosa ni otra hasta muy tarde y, además, el Real Madrid volvió a tener las riendas del choque. Pero todo ello cambió en los últimos diez minutos.
Este año el cuadro de Pablo Laso se ha crecido ante el eterno rival y ha encontrado, en los partidos clave como fue la final de Copa del Rey en el Sant Jordi (91-74), el camino hacia el bloqueo blaugrana. Esta noche, como aquel 19 de febrero, hubo tiempo para la ‘racha Carroll’, para el poderío ‘-ic’ de los interiores balcánicos y, lamentablemente para los intereses blaugranas, tardaron en aparecer Navarro, Mickeal y Lorbek, pero cuando lo hicieron no hubo réplica posible.
El Palau sí se llenó esta vez, a diferencia del resto de la temporada en Liga Endesa, pero los locales no pudieron contagiarse de ello hasta que la olla a presión petó. Empezó el partido igualado pero pronto la balanza empezó a declinarse a favor de un Real Madrid más activo y con las ideas claras, pues solo pareció desequilibrarse al final del tercer cuarto y aún así siempre se mantuvo por encima de la barrera psicológica de los 10 puntos hasta bien entrado el último y decisivo cuarto.
Reacción blaugrana
Y es que, en este mismo tercer periodo, su ventaja llegó a ser de 17 puntos cuando el Barça naufragaba en su feudo y los de Laso amartillaban con cada acción el aro local. No obstante, en un punto de inflexión que no puede faltar en una gran final como se prevé esta, el Barça empezó a encontrarse desde la rabia, desde la impotencia de verse tan abajo ante los suyos, y poco a poco sacó fuerzas de flaqueza para ir restando puntos en el marcador.
Con un público y un banquillo muy metidos y protestando la actuación arbitral, el Madrid encontró aire con una técnica pitada al banquillo blaugrana pero, aunque quizá demasiado tarde, el Barça ya estaba dispuesto a morir matando.
Así, empezó el cuarto definitivo ‘sólo’ 12 puntos abajo (54-66), que fueron catorce con la primera canasta de Mirotic. Siguieron los problemas en el rebote para el Barça, con un Real Madrid cogiendo muchos ofensivos, y pese a la inspiración de nuevo del pistolero Carroll los de Pascual intentaron no venirse abajo mentalmente. El conjunto blanco aguantaba, pero el Barça mejoró atrás y Navarro y Lorbek vieron la luz desde el triple, ayudados por un Mickeal que fue, quizá, el más constante.
A falta de poco más de 4 minutos, un triple del esloveno puso al Barça 8 puntos abajo (70-78) y con la sensación de que se podían arreglar las cosas. El Real Madrid, por contra, se encogió ante la lenta pero firme reacción blaugrana, lo que obligó a Laso a pedir tiempo muerto con 72-78 y 3:40 minutos por jugarse. En una nueva mutación en los catalanes, salió a relucir el Barça más duro y entonado para luchar de tú a tú por el triunfo hasta conseguirlo.
Ficha Técnica
–RESULTADO: FC BARCELONA REGAL, 81 – REAL MADRID, 80.
–EQUIPOS.
FC BARCELONA REGAL: Huertas (3), Eidson (6), Mickeal (17), Lorbek (18), Vázquez (3) –cinco inicial–; Sada (2), Navarro (21), Wallace (-), Ingles (2), Ndong (9).
REAL MADRID: Llull (11), Singler (11), Suárez (1), Velickovic (5), Tomic (16) –cinco inicial–; Pocius (-), Reyes (4), Mirotic (7), Rodríguez (7), Begic (-), Carroll (18).
–PARCIALES: 15-20, 22-23, 17-23 y 27-14.
–ÁRBITROS: Martín Bertrán, Redondo y García González. Sin eliminados.
–PABELLÓN: Palau Blaugrana, 6.377 espectadores.
Estrella Digital/EP