Tras superar los octavos de final de Wimbledon por primera vez, David Ferrer, quinto tenista del mundo y único español que continúa en el torneo, afirmó hoy que solo piensa en «ganar» al británico Andy Murray, cuarto, con quien luchará mañana en los cuartos de final.
«Yo siempre intento ganar, desde que tenía doce años. Ante Murray me concentraré en jugar cada punto y en dar lo mejor de mí», señaló Ferrer, de 30 años, que hoy se impuso con más rapidez de la esperada al argentino Juan Martín Del Potro, noveno del mundo, en octavos por 6-3, 6-2 y 6-3 en una hora y 58 minutos.
«Hoy jugué uno de mis mejores partidos en esta superficie», sentenció Ferrer, tras un encuentro cuyo resultado «puede ser engañoso, porque ha sido un partido muy duro, tanto física como tenísticamente», apuntó el español.
Ferrer destacó que las bolas en las que necesitaba algo de suerte cayeron de su lado, y subrayó asimismo que jugar con la pista central cubierta le benefició a él más que a su rival.
La organización de Wimbledon desplegó el techo retráctil de la pista central antes de empezar el duelo entre el español y el argentino debido a la lluvia, por lo que el encuentro se disputó sin que el viento, tan habitual en el All England Club, molestara el juego de los tenistas.
«Sin viento no se mueve tanto la bola y es más fácil defender», indicó Ferrer, que señaló que si bien el resto es una de sus mejores armas sobre una superficie rápida como la hierba, en los últimos tiempos ha mejorado su efectividad en el saque.
«He entrenado más y he estado más concentrado en tener un buen porcentaje en los primeros servicios. Más que sacar más fuerte, he evolucionado para meter más primeros saques, algo muy importante en hierba», explicó el alicantino.
Ferrer se enfrentará mañana contra el héroe local, el escocés Murray, que ha estado en las semifinales de Wimbledon en las tres últimas ediciones del torneo.
Ambos transitan por la parte baja del cuadro masculino, que este año ha quedado más despejada de lo habitual debido a la eliminación por sorpresa del número dos del mundo, Rafael Nadal, a manos del checo Lukas Rosol.
«Mi objetivo este año es acabar entre los ocho primeros para poder jugar el Masters. Ahora estoy quinto, así que estoy contento. Mañana es un partido más en mi carrera en el que tendré que dar el máximo si quiero ganar», explicó el español, que señaló que Murray quizás sentirá la presión de jugar ante un público local tradicionalmente muy exigente con él.
«Quizás él tenga más presión que yo, porque juega en casa, frente a su público, y eso a veces no es fácil. Pero creo que Andy es un jugador genial, ha estado en semifinales varias veces y va a ser muy difícil superarle», afirmó Ferrer