El Deportivo de la Coruña se ha llevado el derbi gallego tras doblegar al Celta de Vigo con claridad (3-1) en un partido, perteneciente a la vigesimoctava jornada de la Liga BBVA, marcado por la expulsión de Iago Aspas a la media hora, y por el acierto de los coruñeses, que recuperan la ilusión para salvar la categoría. A la cuarta fue la vencida para Fernando Vázquez. El técnico gallego, después de un mes en el banquillo deportivista, consiguió la primera victoria y lo hizo en el partido más adecuado: el derbi ante el eterno rival. Riki, en un gran estado de forma, fue quien inauguró el marcador para un Depor que se sitúa a seis puntos de la salvación.
A falta de que se complete la jornada, el Depor ya ve la luz, sobre tras llevarse -de paso- el ‘gol-average’ ante los celtiñas, que pronto vieron el marcador en contra. A los siete minutos, Riki, el gran baluarte de los coruñeses, recogió con la rodilla un excelente pase de Valerón y batió a Javi Varas.
El de Aranjuez voleó a la perfección y adelantó a los suyos, que no tenían otra que llevarse la victoria en este crucial derbi. A partir de ese momento el Celta se desperezó, pero cuando mejor estaban, llegó la expulsión de Iago Aspas, que propinó un cabezazo a Marchena. El línea le vio y ordenó a Velasco Carballo que le mostrase la tarjeta roja.
A partir de ahí murió el Celta, incapaz de hacer cosquillas a la defensa rival. Para colmo, Abel adelantó las líneas y buscó un empate a toda costa. Un punto que no llegó para los visitantes, que sufrieron el segundo mazazo mediada la segunda mitad.
Silvio y Salomao sentencian
Silvio, en un alarde de calidad, enganchó un balón sin dueño fuera del área y la colocó en la mismísima escuadra. El 2-0 cerró el partido y sentenció al conjunto olívico. Fue entonces cuando Salomao, justo después de sustituir a Riki, firmó el tercero para regocijo de su afición.
El portugués no desaprovechó un mano a mano con Varas y provocó el júbilo en Riazor, más que satisfecho con la actuación de sus pupilos. Dos minutos más tarde, el coreano Park recortó distancias, pero ya era demasiado tarde para un Celta que pudo encajar el cuarto en los instantes finales.
De esta forma, el Depor da un golpe de timón y reacciona a tiempo. «Sí se puede, sí se puede», así arengó la grada coruñesa a sus jugadores, que –de paso– se sacaron la espinita del empate en Balaídos. El Celta no sólo perdió el partido, también a Aspas para las próximas semanas.