El Athletic Club de Bilbao ha conseguido la victoria contra el Mallorca (2-1) en un partido vibrante donde los vascos han hecho valer los dos goles de Aduriz y Llorente, lo que les permite certificar virtualmente su presencia una temporada más en Primera División, mientras que el Mallorca, con este resultado, se empieza a despedir de sus opciones de permanencia, en un encuentro correspondiente a la 35º jornada de la Liga BBVA.
El conjunto de Gregorio Manzano, último clasificado, se encuentra a cuatro puntos de la salvación marcada por el Deportivo de la Coruña a la espera de los resultados de sus rivales a tan solo tres jornadas para la conclusión del campeonato.
El partido, en la primera parte, estuvo controlado por el conjunto de Marcelo Bielsa. Con el gol de cabeza de Aduriz en los primeros compases, los vascos se vinieron arriba a buscar un segundo gol que pusiera en franqueza el encuentro. El Mallorca, jugándose sus opciones de mantenerse vivo en Primera, aumentó la agresividad del encuentro y el árbitro entró en juego parando el encuentro por las numerosas faltas. La expulsión de Fontás por doble amarilla tras cometer una mano dentro del área provocó un penalti que paró Aouate, anulando el colegiado un gol legal a Muniaín en la continuación de la jugada.
Tras el paso por los vestuarios, el Mallorca, con más actitud que fútbol, quiso acercarse más a la puerta de Gorka Iraizoz. En el minuto 47, el juez de línea volvió a anular un gol legal al equipo vasco por interpretar que el esférico de Aduriz rebasó la línea de fondo antes de pasarlo e introducirlo en la portería de Aouate.
Bielsa, decidido a cambiar la suerte de cara al marco, metió en el campo a Llorente en lugar de Aduriz ante la pitada del público al jugador navarro por su deseo de marcharse del conjunto vasco. Los minutos pasaban y el partido, roto por momentos, tuvo una sucesión de ocasiones por parte de los dos conjuntos que no se materializaron en el marcador.
A falta de quince minutos el partido se volvió loco. El tanto de Llorente subía el 2-0 al marcador lo que pareció espolear al Mallorca a intentar una heroicidad que estuvo cerca de producirse. Dos minutos después del gol de Llorente, Giovanni dos Santos clavaba una falta directa a la escuadra que reactivaba a su equipo. Los aficionados mallorquines desplazados a San Mamés se contagiaban del espíritu de sus jugadores y alentaban al equipo a conseguir un resultado que mantuviera viva la esperanza.
Los minutos finales fueron un asedio del Mallorca en busca del gol del empate que estuvo a punto de completarse en otra falta votada por Dos Santos. Con el tiempo extra se produjo la segunda expulsión para el Mallorca, esta vez a Ximo tras una entrada a Susaeta que montaba la contra para el Athletic que cerraba el partido.