La tenista estadounidense Serena Williams se adjudicó este domingo por segundo año consecutivo el Mutua Madrid Open, puntuable para la WTA, después de derrotar en dos sets (6-1, 6-4) a la rusa Maria Sharapova, con lo que, además de defender su corona de 2012, también hizo lo propio con su número uno del ranking mundial. Había expectación por ver el duelo entre las dos mejores del mundo en la actualidad y con el número uno del ranking en juego, pero apenas hubo historia porque la rusa perdió toda la solidez que había mostrado hasta entonces en la Caja Mágica y la americana, agresiva y más sólida, no lo desaprovechó.
Sharapova tiró por tierra el primer set, lastrada por la debilidad de su saque, una ventaja demasiado jugosa para su rival, y luego no pudo dar continuidad a una buena reacción que tuvo en el segundo parcial, donde por momentos recuperó su mejor tenis antes de volver a caer ante el dominio de la menor de las Williams.
La primera cabeza de serie, de este modo, alargó su buena racha contra la de Siberia, a la que ha derrotado ya en 13 ocasiones, doce de ellas de forma consecutiva y sólo en tres de ellas cediendo una manga. Además, acabó con la racha perfecta de la número dos del mundo en finales en tierra batida, que hasta hoy no había perdido ninguna de las siete que había disputado.
El partido no comenzó nada bien para Sharapova, desde el principio a merced de la americana. Sin saque y cometiendo excesivas dobles faltas (5), la rusa fue presa fácil de Serena Williams, que en un visto y no visto se puso 4-0 arriba y con dos ‘breaks’. La rusa era incapaz también de crear problemas al resto, sin tener opciones de rotura y ganando únicamente cuatro puntos.
Reacciona Sharapova
La siberiana, a la que incluso su entrenador tuvo que bajar en un descanso para dar algunos consejos, sólo pudo ganar uno de sus cuatro servicios de la primera manga, pero reaccionó en el inicio del segundo set, cuando recuperó buena parte del tenis que había ofrecido en el torneo madrileño.
Así, consiguió romper y ponerse por primera vez delante en el marcador de la Manolo Santana. Con la mejoría de su saque y más fina en el resto, Sharapova pudo por fin mover por la pista a la menor de las Williams, que pasó de dominadora a dominada hasta que volvió a encontrar un resquicio en el juego de su rival.
Ésta se llegó a poner 1-3 arriba, pero volvió a ceder su saque en el sexto juego y perdió toda la iniciativa que tanto trabajo le había costado y, cuando la número uno del mundo se puso por delante, volvió a presionar el saque de la rusa.
Tras aguantarlo hasta el octavo tanteo con muchos problemas, pero finalmente Sharapova no pudo evitar perderlo de forma clara y definitiva en el décimo para entregar el trofeo a la americana, que en Madrid alcanzó la simbólica cifra de 50 títulos individuales.