En el mundo del fútbol hay un concepto por el que los jugadores sienten auténtico pavor. Puyol firmó un acuerdo que le ligaba al Barça hasta los 40 años, pero el Club lo quiso vender como un contrato vitalicio o como el sello del amor eterno a su central. Sin embargo, en la historia del deporte rey, basta con echar la vista atrás unos pocos años para darnos cuenta de lo que eso significa. Raúl, Guti o Sergi Barjuan pueden dar buena cuenta de ello.
El central sale de una lesión y se mete en otra en los últimos años. Ya llegaba renqueante de años anteriores, pero en este curso su aportación ha sido casi testimonial. Sólo ha disputado 2.413 minutos repartidos entre 23 partidos de todas las competiciones. Los rumores de su marcha a Milán han sido desmentidos por el central en rueda de prensa: «Durante este proceso me he planteado dejar el fútbol, pero no en irme al Milan. Ahora por mi cabeza sólo pasa el Barcelona». Sin embargo, la apuesta de Tito Vilanova por la pareja Piqué-Puyol ha quedado muy en entredicho.
La prensa catalana, que nunca había puesto en duda la continuidad del capitán, ha empezado a hablar del descontento del futbolista con muchas de las decisiones que se toman en el Club. Piqué tampoco se salva de la quema ya que el entrenador insinuó en rueda de prensa que estaba mejor calladito y que no había nadie imprescindible.
El Barcelona no ha reforzado la línea defensiva todo lo necesario en los últimos años. Ha preferido ir poniendo parches y gastarse el dinero en futbolistas más ofensivos porque no quería invertir en suplentes. Ahora, el gasto se hará en futbolistas para formar parte del equipo titular.
Mats Hummels
El fichaje del central alemán se daba por hecho desde hace meses, pero todo se vino abajo repentinamente. El futbolista dejó claro en la revista Kicker que no se movía de la Bundesliga: «Seguiré en el Borussia Dortmund la próxima temporada. La final de Champions no será mi último partido aquí».
Es un central al ‘estilo Barça’ que sabe sacar el balón jugado desde atrás y siempre es la primera opción en su equipo para acometer esa función. Mide 1,92, pero va al suelo sin problemas. El error más grande que ha cometido fue frente al Real Madrid en las semifinales de Champions, pero no se le recuerdan muchos así. Su fichaje se había cifrado en 25 millones de euros, pero hoy parece una utopía, pero en el fútbol hemos escuchado muchas veces el «never, never, never».
David Luiz
‘El actor secundario Bob’ es el que cuenta con más caché entre todos los nombres que baraja el Barça. En el Benfica, mostró una solvencia inigualable y tiene todas las condiciones para ocupar el puesto. En el Chelsea, le costó arrancar, pero finalmente ha cuajado buenos partidos en el centro del campo.
El Barcelona siempre busca polivalencia y en ese sentido este central de 26 años encaja a las mil maravillas. Asimismo, todo dependerá de José Mourinho. Según Daily Star, el técnico luso quiere que vendan al jugador por 35 millones de euros, pero no se sabe si su intención es mandar un dardo envenenado a la ciudad condal.
Branislav Ivanovic
El precio de David Luiz puede ser un gran impedimento para verle de azulgrana, pero en ese caso Mourinho se convertiría en doble juez de la situación, puesto que el Barça podría apostar por Ivanovic, también defensor del equipo londinense. En este caso, el traspaso podía rondar los 11 millones de euros por un central de garantías, pero con menos nombre.
El serbio tiene 29 años y en las últimas temporadas ha visto puerta con facilidad, pese a jugar siempre muy retrasado. Los medios no le han valorado como se merece, pero en el Barça también gusta por su polivalencia. Tampoco nos podemos olvidar de la situación de Dani Alvés ya que Ivanovic también juega de lateral derecho.
Marquinhos
Marcos Aoás es el nombre que ha salido a última hora. El central brasileño de 19 años también es pretendido por el Real Madrid según la Gazzetta dello Sport. Sin embargo, Mundo Deportivo sostiene que Florentino Pérez sólo quiere encarecer el fichaje porque sabe que Marquinhos gusta mucho a la secretaría técnica barcelonista. Según Record, el Madrid ya ha ofrecido 20 millones de euros.
Marquinhos es por encima de todo un central de futuro, aunque ya jugara 28 partidos en Serie A la temporada pasada. Por eso, la Roma, que pretende que el equipo vuelva a ser lo que era en la década pasada, ve al futbolista como una de las piedras angulares sobre las que construir su nuevo proyecto. No están dispuestos a dejarle marchar.