Este sábado arranca en Brasilia la Copa Confederaciones, el único torneo oficial que no ha levantado la selección española de fútbol en su historia. Brasil abre juego contra Japón en el partido inaugural, pero habrá que esperar al lunes para ver en acción al equipo español.
España debuta frente a Uruguay en la media noche del domingo al lunes, las 00:00 en la península que serán las 19:00 en Recife. Sus otros dos encuentros serán a las 21:00, horario peninsular, frente a Tahití y Nigeria, los días 20 y 23 de este mes de junio. Los partidos de semifinales serán a las 21:00, mientras que la final será a las 00:00, la previa será el día 30 y el partido finalizará el 1 de julio.
La selección sólo ha disputado este torneo en su antigua edición en Sudáfrica y las sensaciones que dejó el grupo de Del Bosque no fueron especialmente buenas. España cayó ante Estados Unidos en las semifinales de 2009, en un partido en el que desapareció el tiki-taka. Los americanos se impusieron 2-0 de forma justa y en los dos últimos partidos de la fase de grupos las sensaciones de la roja ya fueron bastante pobres.
En esta edición, España llega apostando por la continuidad, pese a las ausencias destacadas de Carles Puyol y Xabi Alonso. España no se relaja y aumenta su leyenda partido a partido, aunque en la fase de clasificación para el Mundial le está costando más imponerse que en las anteriores rondas previas. El equipo está cada vez más estudiado, pero todavía es considerado el gran favorito a todo para la mayoría, entre ellos el brasileño Ronaldo Nazario.
La Copa Confederaciones es un torneo que sirve para que las marcas muestren diseños de camisetas de dudoso gusto que no se atreven a llevar a las grandes citas y para que el país organizador del Mundial muestre que está preparado. Normalmente, la gana la selección que más ganas le pone. Por eso, la tarea principal de Del Bosque es que los campeones de todo encuentren la motivación para esta cita. Sin embargo, esta cita tiene otros grandes alicientes, ya que cuenta con cuatro de las potencias más destacadas del momento, algo que no ocurría en otras ediciones. Este año, la única cenicienta de Tahití, ya que hay un organizador de nivel y no ha habido ningún campeón al estilo de Grecia en 2004 en ningún torneo continental.
Brasil, mucho más que Neymar
Después de unos años en los que Brasil había dejado de ser la cuna del fútbol, la canarinha se presenta a esta cita con una lista completamente renovada y deja fuera a todas las viejas glorias que no han ayudado mucho en los últimos torneos de nivel. El jogo bonito sigue presente en esta nueva generación, pero la solidez defensiva debe ser una seña de identidad con la que no contaban otras generaciones campeonas.
Brasil tiene defensas para elegir. Thiago Silva y David Luiz son los dos defensas más cotizados del mercado mundial y parecen indiscutibles, pero Dante, campeón de Europa con el Bayern, sabe lo que es jugar partidos de peso, aunque la línea defensiva del equipo alemán no sea la que más aplausos se lleve. En los costados, Brasil se parece más a la de antaño. No están Roberto Carlos ni Cafú, pero Alves y Marcelo o Filipe Luis garantizan llegadas por banda.
En ataque, el Barça no ha fichado por casualidad a Neymar antes de este torneo, puesto que temía una gran explosión de la estrella emergente estos días y no quería que el fichaje se encareciera. Sin embargo, el ex de Santos no estará sólo. Lucas Moura, Hulk, Leandro Damiao y Fred. Las dudas están en la portería, con Julio César muy lejos de su mejor nivel, y en el centro del campo donde Óscar, Hernanes y Luiz Gustavo todavía no han hecho jugar a Brasil al nivel de las grandes europeas.
Italia, tan favorita como siempre
Nadie esperaba que la Azzurra ganará su último Mundial, nadie les espera nunca, pero casi siempre están ahí. Italia llega con una selección que mezcla a jóvenes y veteranos, donde Pirlo sigue moviendo los hilos, pero con Balotelli y El Shaarawy aportando frescura. De hecho, si las cosas salen bien, el jugador del Milan puede ser la gran revelación del trofeo y su caché se puede disparar.
Uruguay, atenta al Real Madrid
Los buenos resultados cosechados por Uruguay en las últimas citas no han sido casualidad. La celeste viene con el mismo grupo que hizo que se impusiera en el la Copa América, pero con Forlán lejos del nivel con el que deslumbró en el Atletico.
Todas las miradas se centrarán en Edinson Cavan y Luis Suárez que están en todas las quinielas para protagonizar un traspaso hacia cualquiera de los ‘gastones’ de Europa. Son capaces de ganar a cualquiera, ya le aguaron la fiesta a la Argentina de Messi y es uno de esos combinados que ganan partidos con la camiseta.
México, la sorpresa más probable
Por otro lado, Tahití llega en el puesto 138 de la clasificación mundial de la FIFA como sorprendente campeona de Oceanía. Después de que Australia decidiese jugar en la zona asiática para jugar con equipos de más nivel, el candidato de Oceanía es un candidato a coleccionar palizas en la fase de grupos de la Confederaciones.
Nigería llega lastrada por las lesiones. Mba y Mikel son los encargados de llegar la manija de la campeona de África que presenta una convocatoria con varios jugadores que no han salido de ese continente. Japón se presenta con catorce jugadores que juegan en ligas europeas. Honda, Kawaga, Okazaki y Nagamoto son los más destacados.
Por último, México ya ganó la Confederaciones en 1999 y siempre da la talla en las grandes ocasiones. Los mexicanos lucharan como siempre hasta la extenuación y con Giovani, Chitarito o Guardado no les faltará la calidad.