Era lo que se esperaba, pero para unos terminó siendo mucho más sencillo que para los otros. Brasil e Italia están ya en semifinales de la Copa Confederaciones, tras imponerse los primeros a México, por 3-0, y los segundos a Japón, con mucho sufrimiento y un apurado 4-3.
Los anfitriones volvieron a tener a Neymar como gran protagonista del choque, anotando un tanto a los nueve minutos y regalándole a Jo el segundo ya con el tiempo cumplido. Brasil comenzó con un fútbol vistoso precisamente por la contagiosa alegría del ya jugador del Barcelona. La derrota en la final de los pasados Juegos Olímpicos removió el recuerdo de éste de que no podían volver a dejar escapar la ocasión, sobre todo delante de su público. Las internadas de Alves y los disparos de Hulk cuestionaron el planteamiento de la ‘Tri’, que sólo pudo sobrevivir con el balón parado.
Sin embargo, la ventaja en el marcador permitió a la ‘canarinha’ relajarse y jugar sin la presión de tener que buscar el gol. El mallorquinista Giovani, a un minuto del descanso, lo volvió a intentar con una falta escorada que a punto estuvo de sorprender a Julio Cesar.
Pero nada cambió, ni tan siquiera en la segunda mitad, en la que los pupilos de De la Torre ofrecieron una mejor cara. Torrado y Hernanes, que entró para la última media hora, inquietaron a la pentacampeona del mundo, pero Neymar, casi con el tiempo cumplido, dio buena cuenta de su calidad.
El ex del Santos, en una acción individual, se libró de dos defensas mexicanos y centró a Jo, que remató a placer el 2-0. Una asistencia sensacional para Neymar, que volvió a convertirse en el auténtico agitador de esta selección brasileña, candidata a todo en esta Confederaciones y en el próximo Mundial.
Italia, como siempre
En el segundo encuentro de la jornada, Italia volvió a demostrar que nunca se la puede dar por muerta y le bastaron 11 minutos de «pájara» de los nipones para remontar el 2-0 con el que se habían puesto por delante sus rivales, que lucieron un fútbol vistoso en el primer tiempo. Ahí fue donde abrieron el marcador con un penalti dudoso cometido por Bufón y transformado por Honda, y con un segundo tanto obra de su otra estrella, Kagawa, en el minuto 32.
Sería en el minuto 40 cuando comenzaría ese bloqueo de algo más de diez minutos de los japoneses, que vieron cómo primero De Rossi acortaba distancias antes de acabar el primer tiempo y cómo apenas transcurridos cinco minutos del segundo Uchida ponía el empate. Sólo dos minutos después, en el 52, Balotelli, de penalti, consumaba la remontada, aunque en esta ocasión sin quitarse la camiseta al anotar el tanto.
Los asiáticos volverían a resurgir en el minuto 69, cuando Okazaki lograba el 3-3 que les daba vida en el torneo todavía, pero sería en el minuto 85 cuando llegaría la puntilla definitiva para ellos con el último tanto de Giovinco. Ahora, italianos y brasileños tendrán que dirimir en el último partido quién es primero y, de esa forma, evita a España hasta la final.