Karim Benzema ha pasado su última semana de vacilones en el centro clínico de alto rendimiento de Espace Henri Chenot, en plenas montadas italianas de Las Dolomitas, según Marca. El jugador se enfrenta a uno de los retos más grandes de su carrera, ya que quiere ser el comandante de Francia en el Mundial y puede quedarse como único delantero consagrado en el Real Madrid, si Higuaín termina marchándose.
El galo ya estuvo a dieta en esta clínica hace dos temporadas, el año en el que mostró su mejor rendimiento en el Real Madrid, cuando ya pocos apostaban por él. Aquel verano Benzema perdió siete kilos, pero tiene problemas para mantenerse en el estado físico óptimo y el año pasado ya los había vuelto a recuperar.
Quiso volver a someterse al tratamiento el año pasado, pero los médicos le recomendaron no hacerlo porque podría generar problemas de salud. Benzema bajó mucho su nivel este año y, aunque el Real Madrid no piensa fichar un delantero, sabe que si no gusta a Ancelotti en los primeros días, pueden buscarle sustituto rápido.
Maradona y Zidane también han visitado la clínica para mejorar su estado de salud. De hecho, Karim Benzema acudió por primera vez al centro porque su actual segundo entrenador se lo recomendó.