El divorcio de Tim Duncan y su esposa Amy va camino de convertirse en un largo culebrón en el que todo vale. Amy ha empezado a airear los trapos sucios, después de que los doce años de matrimonio no terminaran de la forma más adecuada posible.
El jugador luchó con uñas y dientes para que nada transcendiera antes de la final de la NBA que enfrentaba a su equipo con los Miami Heat, pero no logró frenar todos los rumores. Los medios deportivos sostienen que su situación personal afectó a Duncan durante las finales, aunque Amy aceptara la petición de retrasar el comienzo de los tramites de divorcio hasta 30 días después de que la temporada terminase.
La pareja que tiene dos hijos en común compartió techo con Walke Forest, entre 1995 y 1997, pero Tim ya vivía con amante en la misma casa desde 1993. Más tarde, Duncan compró un apartamento a Forest para seguir con su discreta relación.
Duncan intentó incluir en el divorcio una cláusula de confidencialidad para mantener en secreto su bisexualidad, pero su ex mujer no ha querido respetarla. Los medios americanos también hablan de que ella mantiene relaciones con varios monitores que trabajan en los gimnasios que tiene en propiedad. Todo esto se habría descubierto porque la estrella de la NBA contrató a un detective para seguir a su mujer.
Por último, según el portal Enstarz.com, «Amy trató a Tim como una mierda durante su matrimonio ya que sabía que su marido tenía una relación con un hombre. Tim sabía que ella le engañaba con otro, pero lo aceptaba porque no quería que ella desvelara su orientación sexual».
De momento, el jugador no ha hecho ninguna declaración al respecto, pero los que si han hablado han sido los tuiteros estadounidenses. El tema ha creado un auténtico revuelo.