El Barça venció con un solitario tanto de Cesc al Celtic en Glasgow, después de un partido espeso en el que solo fue capaz de marcar cuando su rival se quedó con uno menos. Los azulgranas no crearon ocasiones hasta el gol, porque no están frescos, aunque en el descuento Foster fue protagonista y el rival no invitó a muchas fiestas.
El Barça llegó a Glasgow con el objetivo de imponerse desde el primer minuto en su fútbol para lograr su segunda victoria en esta edición de la Champions League. Con la ausencia de Messi, el peso recaía en Neymar e Iniesta, aunque el fantasma de 2012 rondaba el vestuario culé.
Por su parte, el Celtic tenía el mismo plan que en su última victoria sobre los azulgranas. La idea era no perder el sitio bajo ningún concepto y esperar a que Samaras obrara el milagro y el griego ya pisó área con peligro en los primeros minutos. Lo mismo hizo Iniesta, que volvió a dejar un caño para el recuerdo en el corazón del área.
Además, el Celtic basaba sus esperanzas no solo en un jugador impropio de la la liga escocesa, también podía hacer daño a balón parado. El Barça dominaba, como no podía ser de otra manera, mientras su rival cedía metros de forma escandalosa, tanto que parecía que jugaba en otro tiempo, pero el equipo azulgrana era incapaz de crear ocasiones.
La primera parte no fue una borrachera de oportunidades porque el Barça no tenía pólvora, solo Neymar creaba peligro. El ’11’ estuvo cerca al rematar a gol un centro de Alves, pero el descanso llegó y el Celtic no se llevó un gran agobio en el cuerpo.
Una roja en una acción tonta cambió el partido
Además, tras la reanudación la cosa no mejoró en absoluto. El ritmo del Barça no podía ser más cansino, al mismo tiempo que parecía que el Celtic daba la sensación de que podía crear peligro con poco. Sin embargo, Stéphane Lannoy, el colegiado del encuentro, y Neymar cambiaron el partido al filo de la hora de encuentro.
Neymar desbordó a Scott Brown en una de las pocas ocasiones que tuvo para correr y el escocés derribó a la estrella azulgrana para cortar la jugada. Se ganó la amarilla a pulso. Después, cuando Neymar estaba en el suelo, Brown dejó la pierna en su carrera en un contacto mínimo. Brown hizo una tontería injustificable, pero Neymar pone mucho de su parte y hay acciones como esas que se quedan en nada habitualmente.
A partir de ahí, el partido se volvió más bronco. El Celtic renunció a todo porque con once el empate ya le valía y con diez le entusiasmaba. Con todo esto, el Celtic fue el primero en tener las ocasiones claras. Primero Valdés tuvo que volver a salvar con una gran intervención ante un disparo de Forrest. Después, en la siguiente jugada, Valdés dudó en un córner y Mulgrew perdonó un remate de cabeza franco.
Pero quien perdona contra un grande lo termina pagando y, sin tiempo para el respiro, el Barça dio la replica de la mejor de las maneras. Una cabalgada de Alexis por la banda derecha terminó en un centro que Cesc hizo excelente con un gran testarazo. Con el resultado a favor, el Barcelona se dedicó a dejar morir el partido, y el Celtic no tuvo recursos para evitar que eso fuese así.
Asimismo, antes del final, la inercia del fútbol culé permitió que Foster dejase la mejor intervención de todas las que realizaron los 22 del encuentro. Impresionante la doble respuesta del guardameta a los disparos de Alexis. Por último, en el descuento, Foster todavía tuvo tiempo para sacarle un extraordinario mano a mano a Neymar.
El equipo culé consiguió pasar su primera prueba de fuego sin Messi con una victoria, pero como en el resto del curso, acumuló más puntos que sensaciones. En cualquier caso, Martino puede sacar una buena conclusión del partido. Bartra es un central hecho y derecho.