Según muchos expertos analistas, el tenis femenino no pasa por su mejor momento. Por eso, Serena Williams no tiene ningún problema para liderar el ranking WTA con una ventaja apabullante sobre el resto de sus rivales.
A sus 32 años, la pequeña de las Williams no tiene rival en la pista, ya que la generación posterior se ha caracterizado por la falta de consistencia. Muchas tenistas obtienen buenos resultados durante un periodo corto del tiempo o incluso llegan al número uno, para desplomarse después o volver a ofrecer esa versión solo de vez en cuando.
De momento, Eugenie Bouchard es a sus 19 años la alumna aventajada de una nueva generación. La canadiense ha sorprendido a todo el mundo al clasificarse con solvencia para la final del WTA Internacional de Osaka un torneo que sería el equivalente en al Masters 250 en categoría masculina. Los chicos de su edad son muy osados si se atreven a soñar con algo parecido. Además, Eugenie ya fue capaz de ganar un set frente a Serena Williams, pese a la gran diferencia de edad que hay entre ambas.
En su primera final, Eugenie se midió a Samantha Stosur , actual número 20 del mundo, aunque en su día llegó a estar entre las cinco primeras. Por su parte, Bouchard ocupa el puesto 35 y está empezando a demostrar las cualidades que ya dejó entrever con sus triunfos en su época junior. Sus resultados en su primer año completo en el circuito WTA no pueden ser mejores y ya tiene detrás el apoyo de todo un país, aunque en la final pagase su inexperiencia, pese a imponerse en el primer set. Eugenie es una jugadora versátil a la que le gusta jugar con golpes potentes desde el fondo de la pista.
Sin embargo, Bouchard también llama la atención por su belleza, algo que generalmente les suele jugar malas pasadas a las jugadoras de tenis, que mezclan pasarelas con pistas, pero que no terminan de encontrar la regularidad. De hecho, entre las diez deportistas mejores pagadas del mundo, siete son tenistas, con casos como el de Ana Ivanovic, que no pasa por su mejor momento deportivo, pero que no deja de aumentar sus ingresos.
De hecho, la WTA contribuye a la espectacularización del deporte, convirtiendo su web en algo más parecido a un book de modelos que a un sitio para deportistas. Sin embargo, los expertos esperan que Bouchard sea mucho más que todo eso y que no se quede solo en esta final, como hizo Kournikova, que llegó a la final de Miami y a las semifinales de Wimbledon, para después dedicarse a otras cosas que le llevaban menos esfuerzo.