El gol más escandaloso del año sigue dando mucho que hablar en Alemania. El partido entre el Hoffenheim y el Bayer Leverkusen no se repetirá, pese a que el balón entró por el lateral de la red. La mayoría se lanzó contra el árbitro, que debería haber visto aquella jugada, pero lo cierto es que, mientras el fútbol siga dándole la espalda a la tecnología, estará exponiéndose a este tipo de riesgos.
Por eso, el debate se ha reanudado en Alemania: «Estamos abiertos a nuevas innovaciones tecnológicas, pero también es evidente que tenemos que abordar las decisiones fundamentales con más cuidado», aseguró el jefe de los árbitros alemanes, Andreas Rettig.
Sin embargo, Retting también ve el lado negativo de la ocurrencia: «Cuando pensamos en el progreso técnico tenemos que dar el siguiente paso para debatir si el árbitro podría usar las gafas de Google para ver lo que todos los espectadores desde sus sofás han visto. Eso sí, hay un fuerte argumento en contra de la evidencia del vídeo: que el árbitro perdería algo de autoridad en el terreno de juego».
Curiosamente, lo lógico sería pensar que el árbitro tendría más autoridad al poder demostrar que sus decisiones son acertadas en la mayoría de los casos. Sin embargo, lo que habría que discutir es en qué tipo de jugadas se puede utilizar la tecnología y en cuáles no. Hay veces que después de ver un lance en la televisión cien veces, todavía nos quedan dudas. Muchos piensan que las polémicas arbitrales son la salsa del fútbol y parece que ni con la tecnología de su parte estaría libre del debate cada lunes.