Los Angeles Lakers dieron una alegría a su público en el Staples Center con una victoria sufrida y trabajada (114-110) ante los Oklahoma City Thunder, donde los locales contaron con el pívot español Pau Gasol y un desatado Jodie Meeks para imponerse a los Thunder a pesar del triple doble de Kevin Durant y los 21 puntos del también español Serge Ibaka.
El primer cuarto y la maquinaria visitante hacia presagiar otra dolorosa derrota de la franquicia angelina. Sin embargo, quizá el ridículo de los dos últimos partido –Denver y en especial la histórica derrota ante los Clippers– hizo a los de oro y púrpura apretar los dientes y sacar el orgullo. Y es que después de un primer parcial en contra, con Durant e Ibaka al mando, Lakers comenzó a creer.
El ataque visitante se atascó antes del descanso y los de Mike D'Antoni lo aprovecharon para dar la vuelta a un marcador en el que estaban 18 abajo. La fe de los angelinos estuvo impulsada por Jodie Meeks, quien anotó 24 puntos en la segunda mitad, para terminar con 42, la mejor marca anotadora de su carrera. También Gasol fue de menos a más, mientras que Durant tardó en reaparecer desde el primer cuarto.
Aún así la estrella de los Thunder terminó con 27 puntos, 10 rebotes y 12 asistencias, con un arreón final que permitió igualar el marcador en los últimos segundos. Russell Westbrook también remó en los visitantes, terminando con 20 puntos, y un Ibaka poderoso bajo los aros. Los fantasmas del Staples, que ya celebraban la victoria después de verse 18 arriba en los primeros minutos del último cuarto, aparecieron en los instantes finales.
Entonces surgieron para Los Angeles los vitales e inesperados puntos de la nueva y discreta adquisición Kent Bazemore. Éstos, junto a dos tiros libres finales de Pau Gasol, terminaron de dejar la victoria en casa de los Lakers.