El tenista suizo Stanislas Wawrinka se ha coronado campeón del Masters 1.000 de Montecarlo, primera cita del circuito sobre tierra batida, tras vencer a su compatriota Roger Federer en tres sets (4-6, 7-6(5), 6-2), por lo que consigue su primer trofeo en un Masters 1.000 y mantiene el número 3 de la ATP.
Tras quince enfrentamientos entre ambos tenistas, Wawrinka consiguió su segundo triunfo ante su compatriota en la misma pista donde consiguió hasta ahora su única victoria. Tras más de dos horas de partido, el de Lausana se impuso a su compatriota después de tres sets y alzó el primer Master 1.000 de su carrera deportiva tras haber perdido en los otros dos a los que llegó a la final –Madrid (2013) y Roma (2008)–.
Federer demostró más ganas en el inicio del partido. Tras unos primeros puntos de tanteo en el que ambos tenistas sufrieron más de la cuenta para ganar su saque, fue el número cuatro del mundo el encargado de golpear primero en el quinto juego (2-3). Este 'break' fue suficiente para el de Basilea, que pudo aguantar los envites de Wawrinka hasta el final y pudo llevarse el set inicial.
La segunda manga comenzó con un Wawrinka rompiendo el servicio de su compatriota, logrando un 2-0 a su favor en los primeros instantes del set. Sin embargo, Federer supo reponerse del bajón inicial y consiguió empatar el encuentro dos juegos más tarde (2-2). El empate se mantuvo hasta el final, llevando el encuentro a un 'tie-break' que se decantó del lado de Wawrinka tras conseguir una ventaja inicial de 4-0 que Federer no logró superar.
Por primera vez en los últimos cinco años, la final se marchó hasta el definitivo tercer set. Fue entonces cuando el cansancio hizo mella en el juego de Federer, sirviendo a Wawrinka el título en bandeja. El número tres del mundo aprovechó la debilidad de su rival para encadenar dos 'breaks' consecutivos que pusieron el partido con 4-0 a favor del de Lausana, manteniendo intactos sus dos últimos saques del partido para acabar con 6-2.
Con este resultado, Federer pierde las opciones de recuperar el tercer puesto del ranking ATP y mantiene la maldición en el Principado de Mónaco, peerdiendo su cuarta final en la arcilla roja de Montecarlo. Este, junto al de Roma y Shanghái son los únicos torneos de esta categoría Master 1.000 que aún no tiene en sus vitrinas el tenista de Basilea.